Engrasar el pescado antes de ponerlo en la sartén será más cómodo y generará menos humos que si añadimos un exceso de aceite directamente en la sartén.
Ahora con la sartén bien caliente, ponemos el pescado por el lado de la piel y presionamos ligeramente para evitar que se contraiga mucho. Soltamos, no movemos y dejamos cocinar hasta que su carne se torne prácticamente hecha, momento en el que le daremos la vuelta para terminar la cocción. Podemos cocinar directamente el pescado encima de un papel de hornear que hemos puesto en la sartén, sin aceites y sin adherencias.
