La sociedad está instalando el culto al cuerpo como elemento indispensable en su rutina diaria. Estos cinco consejos te servirán para disminuir tu ansiedad y hacer una vida más saludable.
El concepto de culto al cuerpo cada vez se arraiga más a una sociedad que busca plasmar en su fisionomía la salud. Ya no vale el "mens sana in corpore sano" sino que cada vez los abonados a los gimnasios aumentan y se ven más runners que inician sus primeras carreras con ganas y esfuerzo.
El deporte es un elemento indispensable para sentirse mejor con uno mismo, pero también es un complemento a lo más importante: la nutrición. Con una vida activa pero sin regular la nutrición tu cuerpo podría estar desproporcionado en cuanto a vitaminas y energía calórica se refiere. Para ello te ofrecemos cinco rutinas para no tener ansiedad alimenticia y sentirse mejor con uno mismo:
IMPORTANTÍSIMA rutina. Es la primera acción a cumplir. No vale de nada realizar tres comidas, o incluso cuatro. La cuantía diaria recomendada son cinco. Desayuno, media mañana, comida, merienda y cena. Imprescindible para no tener ansiedad durante el día y no comer de forma copiosa como haríamos si realizáramos tres comidas.
Desayunar de forma contundente pero no excesiva. Después de pasar más de 6-7 horas sin probar bocado por dormir, el desayuno es la comida más importante del día. Los dietistas y nutricionistas insisten en esto porque es la fuente calórica para empezar el día con energía. Lo ideal sería un vaso de leche, unas tostadas, fruta y algo de frutos secos.
Hablábamos de la vida activa. Pero por supuesto, la hidratación es otra de las acciones diarias más imprescindibles. Al menos dos litros de agua al día es la cantidad recomendada para evitar reterner esos líquidos que se acumulan en nuestro organismo, además de por otros aspectos positivos. Con la absorción del agua hacemos que se expulsen y así estar hidratados a la perfección. Recordamos que tres cuartas partes de nuestro cuerpo es agua.
La fruta es un recurso muy utilizado para adquerir esas vitaminas que necesitamos. Sin embargo hay que seleccionar que fruta ingerimos durante el día. Por ejemplo, los plátanos son una fuente calórica, de hecho, es una de las frutas con más grasa. Así que por la tarde es mejor comer manzana, naranja, pera o mandarina y dejar el plátano para media mañana.
Los expertos dicen que es positivo desayunar, comer o cenar acompañado porque así se estimulan las buenas digestiones. Otro consejo que ofrecen que es la cena sea la comida con menos calorías. ¿Por qué? Porque normalmente solemos tener una vida sedentaria nocturna, es decir, nos vamos a la cama o nos sentamos en el sofá vemos la tele. Por ello no se debería comer de forma excesiva durante la última comida del día. Para ello es importante hacer las cinco comidas, para no pasar ansiedad y llegar a casa buscando alimento. Un ciclo de rutinas sencillo de cumplir que promueve hábitos saludables.
