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Salud bucal y desnutrición

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Los problemas masticatorios y el dolor dental pueden suponer un grave riesgo para los más mayores

Algunas investigaciones han demostrado que la mala salud bucal puede ser un factor de riesgo de desnutrición en mayores institucionalizados. Un estudio observacional de los Países Bajos realizado en más de 1300 personas mayores de 75 años y residentes en centros geriátricos, centró su investigación en conocer la relación entre los problemas de salud bucal (problemas masticatorios y dolor dental) y una mala calidad de vida con el riesgo de desnutrición. 

Mantener un adecuado estado de salud durante el envejecimiento es un reto para muchos mayores. Un número amplio de enfermedades crónicas como la diabetes, la enfermedad cardiovascular y los problemas de salud asociados como la desnutrición, comúnmente se desarrollan en este periodo de vida. 

Entre los ancianos mayores de 75 años que viven en la comunidad, la prevalencia de desnutrición es del 2,6% y aumenta rápidamente cuando los ancianos se institucionalizan u hospitalizan (13,8% y 38,7%, respectivamente). 

La prevención de la desnutrición es fundamental en este grupo vulnerable; numerosos estudios asocian la desnutrición con una menor actividad y calidad de vida diaria, hospitalización, largos períodos de rehabilitación, mayor riesgo de caídas, mayores tasas de infección, mala cicatrización de heridas y mayores tasas de mortalidad.

Los problemas de salud bucal, tales como la pérdida de dientes, el dolor dental y las molestias al masticar contribuyen a la desnutrición, especialmente en mayores institucionalizados. 

Para conocer el estado nutricional y la salud bucodental, el proyecto pidió a los participantes responder cuestionarios de salud sobre el estado dentario (ausencia de piezas, implantes, etc), problemas de salud bucal, calidad de vida relacionada con la salud, fragilidad y actividades de la vida diaria. 

Los datos arrojados en este estudio permitieron conocer que los ancianos con mayores necesidades de cuidado presentaban en mayor frecuencia desnutrición, seguidos por los mayores frágiles y por los mayores robustos (10%, 4,5% y 2,9%, respectivamente). Si bien los ancianos desnutridos informaron más problemas la masticación y el habla en comparación con los ancianos bien nutridos, en este trabajo los resultados analizados indican una relación del estado de desnutrición con una mala calidad de vida pero no con los problemas de salud bucal.

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