Saludable

Dos tallas y 10 kilos menos, lea este método milagroso

Huya de titiriteros y ‘milagreiros’. Ciencia y sentidiño. Cambie sus hábitos y también lo hará su vida. 

Si usted está leyendo este artículo, atraido por el titular, debo confesarle que es una mentirijilla piadosa. Usted -¿una vez más?- mordió el anzuelo de una publicidad engañosa, de una bonita promesa -según se mire- aprovechando el final de la Navidad, cuando se mezclan los propósitos de año nuevo, la resaca de la fiesta y el lamento por los excesos cometidos.

Los medios de comunicación suelen emitir durante estos días el tradicional reportaje de los gimnasios repletos de clientes en enero. Algunos periodistas incluso se animan a recomendar tal método o cual ejercicio -según el interés del avispado propietario- para que el impaciente ciudadano se aplique con toda la furia no empleada en los 364 días anteriores.


El bombardeo


¿Dietas depurativas de una semana? ¿Métodos revolucionarios para recuperar el peso de nuestra juventud? ¿Ejercicios para lucir abdominales en cuatro semanas? ¿El secreto de una famosa actriz para que sus glúteos y senos permanezcan en su sitio? El bombardeo será inmisericorde. Cobíjese, si puede.

Seamos serios. Utilicemos el cerebro, que en teoría nos diferencia de los borregos. ¿Tanta información a golpe de click y usted todavía regala su dinero y vende su alma al primer embaucador que le susurra al oído bellas palabras, hermosas promesas?

Claro que el Ejercicio Físico es el mejor remedio para mejorar su cuerpo y su mente. Pero, como cualquier medicamento al uso, hay que saber administrarlo en tiempo y forma. Entre tumbarse en el sofá y levantar 40 kilos en dos tiempos existe un largo proceso de valoración, preparación, adaptación y progresión que debe prescribir el entrenador y no Elsa Pataki o Pilar Rubio a través de internet.

Cambio de impulsos por hábitos

Que Cristiano Ronaldo (o Aznar) realicen 1.000 abdominales diarios no quiere decir que esta rutina sea la adecuada para usted. Usted demanda unas necesidades y tiene su propia fisonomía. Es el profesional del Ejercicio quien debe aconsejarle, en persona, la mejor, lógica y segura estrategia para mejorar.

Huya de titiriteros y ‘milagreiros’. Ciencia y sentidiño. Cambie sus hábitos y también lo hará su vida. 

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