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Tipos de verrugas genitales

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Las verrugas genitales son uno de los temas de salud que más nos preocupan a la mayoría de nosotros, tanto por desconocimiento como por esa inevitable “vergüenza” o pudor que sentimos con todo lo relacionado con nuestras zonas íntimas. Hoy hablamos de las verrugas genitales, un tipo de enfermedad de transmisión sexual a la que no debemos restar importancia.

Normalmente las ignoramos si no presentan síntomas, pero lo cierto es que este tema va mucho más allá de una cuestión estética. Más de 660 millones de personas en todo el mundo las sufren, así que si estás entre ellos, no te sientas solo.

Aprende a identificar los diferentes tipos de verrugas genitales

Igual que no hay dos cuerpos iguales, tampoco hay dos verrugas genitales idénticas. Sin embargo, a grandes rasgos las podemos dividir y clasificar en diferentes tipos, según su localización o si afecta al hombre o la mujer. Es muy importante que las diferenciemos de los lunares, ya que no es lo mismo.

Localización de las verrugas genitales:

En las mujeres, pueden aparecer fuera de la vagina o el ano, dentro de la vagina o el ano y dentro del cuello uterino. En los dos primeros casos, puedes encontrártelas tú mismo, mientras que cuando son internas es mucho más difícil de detectar, ya que necesitaremos la ayuda de un especialista. De ahí la importancia de hacerse revisiones periódicas. Por su parte, en los hombres pueden aparecer en cualquier zona del pene, en el escroto, en los muslos, en el ano o en las ingles.

Estos son los lugares más frecuentes, pero por supuesto, pueden darse en otros sitios si, por ejemplo, las contagiamos a manos o boca mediante la actividad sexual.

Prevención y contagio: mucho cuidado

A nadie le gustaría que su compañero de juegos le transmitiera algún tipo de enfermedad, por lo tanto, es fundamental que todos seamos responsables de nuestro propio cuerpo y lo cuidemos por nuestro bien y por el de los demás.

La prevención y el diagnóstico temprano es fundamental para evitar el contagio y la propagación de la enfermedad. Realizarse revisiones periódicas y por supuesto utilizar métodos de barrera durante las relaciones son los dos puntos que más nos ayudarán. El preservativo es el único método anticonceptivo que además nos protege de las enfermedades de transmisión sexual por lo que, si no tienes una pareja estable que tengas por seguro que no está infectado o si tienes la más mínima duda, no te arriesgues.

¿Qué ocurre si ya me he contagiado?

Lo primero, no alarmarte. Hay verrugas genitales benignas y verrugas genitales malignas, por lo que no siempre será un tema grave. En cualquier caso, ten siempre presente que las consecuencias pueden ser muy poco halagüeñas, por lo que cuanto antes visites al doctor, mejor. Olvida los miedos y la vergüenza.

Tu médico te pondrá un tratamiento en función de tus necesidades y será él quien te realice un exhaustivo seguimiento hasta que todo esté controlado.

Recuerda: prevenir siempre es la mejor solución. En cuestiones de salud, no te la juegues.

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