Conoce las mejores pautas a seguir para tu pérdida de peso progresiva, y no caer en el efecto rebote o el abandono total de dicha iniciativa.
El porcentaje de obesidad en nuestra sociedad es cada vez más alto. Sin embargo, un dato muy positivo y a tener muy en cuenta es que cada vez más personas se conciencian acerca de la necesidad de remediar esta situación, y este artículo va enfocado precisamente para todos ellos, de forma que les sirva de guía para como bajar de peso. Tu Medico y Salud son muy importantes durante este proceso, así que además de seguir nuestros consejos estaría bien que consultaras con un especialista para una evaluación mucho más concreta.
Trucos con los que conseguir adelgazar
Para perder esos "kilos de más" que te sobran no necesitas realizar una dieta extrema, ni tampoco estar toda la tarde encerrado en el gimnasio practicando ejercicio. Te mostramos cómo hacerlo de forma progresiva, para que vayas viendo resultados poco a poco, y no te agobies con la consecución de tus objetivos, ya que eso puede acabar haciendo que abandones por completo la idea de como bajar de peso.
Come más, pero de forma inteligente: La idea es que consigas mejorar tu alimentación sin necesidad de realizar grandes cambios alimenticios. Los hidratos de carbono son buenos (sobre todo los hidratos complejos), y no tienes por qué abandonarlos ni mucho menos. Las grasas saludables también son bienvenidas, aunque siempre en cantidades algo más estrictas. Deberás de abandonar los azúcares y los alimentos procesados. Intenta comer lo más natural posible. Para ello, aprovecha las verduras, las frutas y revisa siempre en las etiquetas cuando vayas a comprar carne o pescado para saber qué adheridos lleva, o el porcentaje de carne real en el primer caso. Lo importante es que exista un déficit calórico (para las mujeres adultas suelen rondar las 1.500 calorías, mientras que para los hombres son 2.000 calorías). Solamente así conseguirás adelgazar.
Contrarresta la ansiedad: Es importante que no comamos por comer. Elabora un menú cuidado para toda la semana donde comas varias veces y en abundancia (cinco comidas diarias suele ser lo mejor, pero siempre puedes aumentarlo a seis si haces deporte). Compra alimentos que con la ingesta de agua ayuden a saciarte y elimina así la ansiedad de otra forma que no sea sumando calorías.
Sustituye los refrescos por el agua: Las calorías también se encuentran en las bebidas, y es por esto que deberemos de tener mucho cuidado con qué tipo de líquidos consumimos. El agua será nuestra mejor amiga, ya que como anteriormente hemos citado, nos ayudará a saciarnos por dentro y además a eliminar líquidos y depurarnos por dentro, con lo que acelerará el proceso de adelgazamiento. Entre 3L y 5L de agua serían lo ideal. Evita las bebidas azucaradas e intenta consumir zumos naturales.
Muévete: No tienes por qué correr una maratón diaria, ni tampoco practicar deporte en exceso, sobre todo si tu cuerpo no estaba anteriormente acostumbrado a ello, ya que corres el riesgo de lesionarte. Establece un plan mucho más activo y dinámico para tu día a día cotidiano donde en definitiva pases mucho menos tiempo sentado, ya sea caminando o bien incluyendo deportes. En este último caso intenta que además sean deportes que te motiven a practicarlos de alguna forma, ya que de lo contrario acabarás por abandonar dicha práctica.
Sé constante: Deberás de ser constante en tu empeño, y no desistir. Esto puede sonar muy fácil, pero ponerlo en práctica cuesta mucho más, y cualquiera que haya iniciado una dieta lo sabe. Además, no vale con conseguir tu objetivo de perder entre 2 o 3kg tu primera semana, y aprovechar para darte un festín al día siguiente como cumplido, comiendo todo lo que quieras en el proceso. Puedes aumentar las cantidades de ingesta de comida, pero siempre de alimentos saludables. Si necesitas darte un capricho, aprovecha las propiedades del chocolate negro, cuanto más puro mejor. Además, existen tartas y pasteles fitness que te permitirán disuadirte mentalmente de todo el estrés que suele generar el abandonar los azúcares y ciertos tipos de alimentos procesados de forma abrupta, ya que están creados precisamente con dicha finalidad: la de hacernos dependientes de ellos.
