Expertos médicos alertan del aumento del número de afectados y de los meses conflictivos para ellos

Advierten de una primavera de alto riesgo para alérgicos

Una mujer sufre un episodio de alergia, que afecta ya a cuatro millones de españoles, mientras atraviesa un parque.
Las personas alérgicas sufrirán una primavera de alto riesgo ya que se prevé que la cantidad de pólenes de gramíneas se duplique con respecto a la del año anterior debido a la lluvia, la humedad y las temperaturas que se han registrado durante los meses de octubre a marzo.
Esa es la conclusión a la que han llegado los especialistas de la Sociedad Español de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic), que ofrecieron ayer en rueda de prensa estas previsiones para una primavera en la que, no obstante, será determinante el tiempo que haga en mayo. Si en ese mes el tiempo es anticiclónico, es decir escasean las lluvias y las temperaturas son moderadas, la situación puede complicarse, según advirtió el coordinador del Comité de Aerobiología de la Seaic, Francisco Feo. 'Puede suponer el peor escenario para los alérgicos', apuntó. Sin embargo, si el tiempo es lluvioso y con un alto grado de humedad, la cantidad de polen recolectado sería inferior.

Pero en principio, el modelo estadístico desarrollado por el Comité y la Universidad de Castilla-La Mancha prevé para esta temporada 5.100 granos de gramíneas, casi el doble que en la primavera del año pasado (2.700 granos), que fue una de las más leves de los últimos años.

Estos resultados son valorados para los cuatro millones de españoles alérgicos, especialmente para los que viven en el centro y sur peninsular porque para el 80% de ellos la cantidad de gramíneas es el marcador de su alergia, el riesgo que pueden tener durante los meses de mayo y junio. Y cada vez hay más alérgicos, entre otros motivos, por la contaminación atmosférica que hace que el polen llegue con más facilidad al sistema inmunológico de las personas.


'NO BAJAR LA GUARDIA'

Pero esta contaminación también afecta a las plantas, que 'se estresan', fabrican pólenes más alergénicos y potentes y potencian una respuesta inmunológica mayor a más granos. Los especialistas aconsejan a los alérgicos que no bajen la guardia a pesar de que se registren días de lluvia y humedad en los que la cantidad de polen baja, ya que al día siguiente puede registrarse una mejoría y 'disparar la cantidad de polen' y reactivar al paciente.

Por ello es importante seguir los tratamientos adecuados, vacunarse, según hizo hincapié ayer el jefe del Servicio de Alergia de la Fundación Jiménez Díaz, Joaquín Sastre, porque, según los últimos estudios realizados, 'puede ahorrar de forma significativa los costes sanitarios por la disminución de recursos usados al inducir una mejoría clínica'. El presidente de la Seaic, José María Olaguibel, concretó además ayer que la inmunoterapia disminuye un 40% los gastos en servicios médicos y un 30% de los relacionados con los fármacos de alivio sintomático.

Mayo y junio es la época clásica de la alergia al polen de gramíneas y olivo y esta coincidencia supone un riesgo adicional al paciente. La alergia para muchas personas no acaba ahí porque hay una maleza de verano con una polinización prolongada (de abril a octubre): el polen de las quenopodiacias, que está asociado al cambio climático, al tiempo seco y soleado y que está afectando también a numerosas personas.

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