Alimentos con fructosa y control glucémico

Apesar de que las primeras impresiones sobre el uso de la fructosa como opción edulcorante en la diabetes han sido buenas (debido a su potencial para moderar las subidas glucémicas en comparación con cantidades iguales de almidón)  la evidencia creciente insinúa que la fructosa podría ser perjudicial para la salud metabólica, e incluso más que otros azúcares. 

La fructosa rara vez se consume aislada, más bien se ingiere como parte de ciertos alimentos como la sacarosa o azúcar de mesa, donde la fructosa se encuentra unida a la glucosa en una proporción 50:50. También está presente en un ingrediente habitual de la industria de los alimentos como es el jarabe de maíz alto en fructosa, una mezcla de glucosa y fructosa, con un contenido variable de fructosa entre el 42 y el 55 %. De manera similar, las fuentes menos refinadas de azúcares que contienen fructosa, como la miel, el agave y el jarabe de arce, se componen de proporciones variables de fructosa y glucosa, mientras que las fuentes naturales de fructosa presentes en varias frutas y verduras también coexisten con la glucosa. 

A medida que las pautas dietéticas cambian de recomendaciones basadas en nutrientes a recomendaciones basadas en alimentos y patrones dietéticos, es importante comprender el papel de los alimentos en la modificación del efecto de los azúcares que contienen fructosa. De hecho, se ha sugerido que la proporción de fructosa ingerida junto con la glucosa influye en el metabolismo de la fructosa. Las recomendaciones actuales de la OMS, USA y Reino Unido se han centrado en la reducción de los azúcares añadidos o libres a menos del 10 % de energía, especialmente la fructosa libre contenida en los azúcares de los refrescos.  

Con el fin de evaluar el efecto de diferentes alimentos azucarados que contienen fructosa sobre el control glucémico (en personas con o sin diabetes) en diferentes niveles de control energético, este trabajo de la Universidad de Toronto, llevó a cabo una revisión de ensayos de al menos siete días de duración con cuatro diseños del control de la energía y diferentes mediciones(hemoglobina glucosilada, glucosa e insulina) 

Los resultados arrojados permitieron a los investigadores concluir que el control de la energía y el tipo de alimento parecen mediar el efecto de los azúcares que contienen fructosa en el control de la glucemia. Aunque la mayoría de las fuentes alimenticias de estos azúcares (especialmente las frutas) no tienen un efecto nocivo en las sustituciones de energía combinada con otros macronutrientes, varios alimentos dulces que contienen fructosa (especialmente las bebidas azucaradas) que agregan un exceso de energía a las dietas, tienen efectos nocivos. Sin embargo, la certeza en estas estimaciones es baja y se necesitan más ensayos controlados de alta calidad.

REF: Choo y col. Fuentes alimentarias de azúcares que contienen fructosa y control glucémico: revisión sistemática y metanálisis de estudios de intervención controlados. BMJ. 2018; 363: k4644.

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