Entrevista

Beatriz Manjón: "Hoy lo prestigioso es no publicar, estaría bien un premio al mejor libro no escrito"

Beatriz Manjón con su segunda novela: “Una vez fui bella”.
photo_camera Beatriz Manjón con su segunda novela: “Una vez fui bella”.
Periodista y escritora que hoy presenta “Una vez fui bella”

Horas antes de la charla con la periodista y escritora Beatriz Manjón (Ferrol, 1976) por la presentación en A Coruña de “Una vez fui bella”, su segunda novela, un marcador de página a lomo de “El periodista deportivo”, escrito por el norteamericano Richard Ford, refrescó un párrafo que saldrá en medio de la entrevista: “La verdad es que no tenía nada más que escribir, y no me da vergüenza confesarlo. Si hubiera más escritores que lo reconocieran, el mundo se ahorraría un montón de libros malos, y muchos hombres y mujeres podrían disfrutar de una existencia más feliz y productiva”. Manjón escucha la reflexión y sentencia: “Es una buena aspiración no escribir. En realidad yo aspiro a vivir a salto de cata, a comer bien”.

En “Cartas a un joven poeta” Rainer Maria Rilke recomendaba al discípulo que no escribiese si no tenía la necesidad vital. Con usted no tendría dudas.

(Se ríe) Yo no tengo la necesidad de escribir y no sé para qué demonios escribo.

Pero lo hace.

Uf, en realidad escribo porque no sé hacer mucho más, pero si me paro a pensarlo, quizá escribo para retarme, para divertirme.

Rostro reconocido de la televisión, un ninot con su figura se quemó en las Fallas de Valencia y ahora trasiega letras. ¿Reconforta más la emoción silenciosa de un lector que el aplauso amplificado de la tele?

(Se lo piensa) Realmente yo no abandoné la televisión, la televisión me abandona a mí y en cierto modo es normal porque las caras de tanto repetirse cansan. No prefiero ni al lector ni al espectador, simplemente son etapas distintas e intento distraer tanto a uno como a otro.

¿Perjudican los años a las mujeres en televisión?

La arruga es mella, desde luego, pero en mi caso creo que fue el final de una etapa. Había hecho muchos programas, me había repetido demasiado en la pantalla y es normal que las caras se renueven.

El título “Una vez fui bella” puede sugerir que se trata de una novela autobiográfica “aunque ahora soy yo misma”, como dicen los versos que toma prestados de Anne Sexton. Sin ánimo de destripar la obra, ¿qué nos vamos a encontrar?

Una sátira por la obsesión de estar siempre perfectos, por dar nuestra mejor imagen en las redes sociales. Varias historias de personas inseguras que lo único que tienen es miedo al rechazo y al aislamiento.

El tema muy actual. Frédéric Beigbeder sostiene en “13,99 euros” que los guapos tienen que cobrar más porque generan más dinero. ¿Le ha penalizado en el mundillo editorial su pasado en la tele y ser guapa?

Yo nunca me he considerado guapa, siempre he sido una persona muy insegura, pero podríamos decir que una persona mona. Creo que siempre me ha beneficiado. En el colegio los profesores eran muy amables, en el trabajo de televisión se me contrató evidentemente por mi imagen. Yo no lo considero un lastre, todo lo contrario. Otra cosa es que yo comencé a escribir porque ejercí mi derecho de réplica por una crítica de televisión de un columnista, que además escribía muy bien, en la que decía que de mí no se podía esperar una idea, sino una erección. Y entonces no me quedó más remedio que levantarlas, las columnas. No guardo rencor, un traspié lo tiene cualquiera.

Y continuó.

No sé muy bien por qué, la verdad. Continué porque entendí que a la gente le gustaba y yo lo disfrutaba.

Se define como una coleccionista de rechazos editoriales y ha publicado dos novelas y tiene otra en el horno. Cela sostenía que el que resiste gana.

Creo que hoy lo prestigioso realmente es no publicar. Estaría bien instaurar un premio al mejor libro o artículo no escrito. No sé si tiene demasiado mérito publicar hoy en día, pero estoy contenta de que vea la luz lo que he escrito.

Los protagonistas de (‘Héroes de polvo’) eran una periodista del corazón y un camello, ahora mantea la belleza y ultima ‘No me salves’, novela sobre los trastornos mentales y el suicido. Sienta temas muy distintos en el diván.

Hay un verso de Whitman que dice “(...) me contradigo (...) contengo multitudes” y cuando uno contiene multitudes es capaz de contradecirse en los temas que trata. (Se ríe).

¿Tiene enfocado el siguiente?

No va a haber más novelas después de ‘No me salves’. He dicho que yo aspiro a no escribir y es verdad, no lo digo por pose. No tengo intención de torturar al lector.

¿Seguirá con la “ligeratura”, como define a la columna, en La Región?

Sí, sí, hasta que me aguanten.

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