Brasil producirá genérico de medicina contra sida a la que negó la patente

Un laboratorio público brasileño comenzará a producir la próxima semana una versión genérica del Tenofovir, una medicina contra el sida y la hepatitis cuya patente negó hace dos años al laboratorio multinacional Gilead, informaron hoy fuentes oficiales.

El laboratorio Fundación Ezequiel Dias, controlado por el gobierno del estado de Minas Gerais, recibió esta semana la autorización de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) para comercializar su genérico del Tenofovir, según un comunicado del Ministerio de Salud.

La autorización permitirá que el laboratorio comience a producir la próxima semana 36 millones de comprimidos anuales de esta medicina, que actualmente es usada por 64.000 pacientes con sida y 1.500 con hepatitis.

Un primer lote con nueve millones de comprimidos estará disponible el próximo mes, informó el Ministerio de Salud en su nota.

La producción del nuevo genérico permitirá que Brasil fabrique 10 de las 20 medicinas que distribuye gratuitamente entre los enfermos de sida, 'lo que fortalece la autonomía del país en la producción de fármacos', según el comunicado.

Según datos oficiales, el Estado brasileño gastó el año pasado 577,6 millones de reales (unos 346 millones de dólares) con la importación de medicinas contra el sida y otros 224,9 millones de reales (unos 135 millones de dólares) con la compra de fármacos producidos en el país.

En septiembre de 2008, el Instituto Nacional de Propiedad Intelectual (INPI) de Brasil le negó a la multinacional Gilead la solicitud de patente sobre el Tenofovir porque la medicina, según un proceso técnico, no contaba con componentes innovadores que justificaran el derecho a la exclusividad.

Pocos meses antes, el Gobierno había declarado la medicina como de interés público -con lo que en la práctica desconocía la patente- para facilitar negociaciones con el laboratorio para reducir el precio del fármaco.

Hasta 2006 Brasil adquiría el comprimido de Tenofovir por 7,68 dólares pero una negociación con Gilead permitió reducir ese precio a 3,80 dólares y generar un ahorro de cerca de 31,4 millones de dólares anuales.

Tras el rechazo de la licencia, la medicina fue adquirida de la propia Gilead pero a unos 2,4 dólares por comprimido, prácticamente el mismo precio que costará el producido en el país sin contar los fletes y otros costos.

La producción nacional del fármaco generará un ahorro anual de cerca de 80 millones de reales (unos 48 millones de dólares), según los cálculos del Ministerio.

Brasil, cuyos programas de combate al sida son considerados modelo por la ONU, negocia permanentemente rebajas con los laboratorios multinacionales en un conjunto de antirretrovirales que distribuye gratuitamente a cerca de 200.000 pacientes.

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