Más de 500.000 contenedores recogen el plástico antes de su traslado a plantas de reciclado

Casi el 70% de los envases que se usan en España se reciclan

Tres cubos de colores listos para el reciclado, utilizados como ejempo en un aula de niños de infantil. (Foto: ARCHIVO)
En España se reciclan 7 de cada 10 envases de plástico y sólo en 2011 se sometieron a este proceso 1,2 millones de toneladas, lo que en volumen equivale a llenar 90 estadios de fútbol.
Pese a estos datos, aún hay muchos ciudadanos que se preguntan qué ocurre con la basura que separan en casa. Seguro que tampoco saben que con 80 latas de refresco recicladas se puede hacer una llanta de bicicleta, con 6 briks de leche se hace una caja de zapatos y con 40 botellas de plástico un forro polar.

Estos datos los aporta Ecoembes, una organización creada por 12.000 empresas españolas que utilizan envases, que explica que la basura que arrojamos a los más de 500.000 contenedores amarillos repartidos por España se recoge por el servicio de basuras de cada ayuntamiento, se traslada a una planta de selección de envases y luego a un reciclador homologado. Ecoembes es la empresa encargada de coordinar este proceso y, para ello, han firmado más de 103 acuerdos con entidades locales, cuentan con 94 plantas de selección y 150 recicladores.

En el contenedor amarillo, los uusuarios deben depositar botellas de plástico, briks y latas que antes de enviar a los recicladores, tienen que ser clasificados en plantas de selección de envases.


PLANTAS DE PROCESO

Son plantas como la que se encuentra situada en Salto del Negro, en Gran Canaria, las que se encargan de este proceso. En el caso en concreto de la planta canaria, recibe al año 28.000 de envases de toda la isla. Los camiones llegan a las plantas cargados de residuos que se depositan en la zonda de descarga donde dos operarios apartan los impropios (objetos que no son envases ligeros) de los materiales válidos. Estos últimos van a parar al tromel, una especie de centrifugador gigante, que clasifica la basura, por tamaño, en tres cintas transportadoras.

Los envases ligeros se someten un segundo trillaje manual en el que se clasifican según el tipo de plástico (PET, polietileno de alta densidad y plástico mezcla). Después se prensan para viajar hasta las plantas de reciclaje. Por otro lado, las latas se clasifican en acero o aluminio y también se prensan en pequeños bloques; los briks sufren el mismo proceso.

Los ciudadanos separan bastante bien la basura: sólo un 25% de los residuos que llegan a las plantas de selección son impropios. El jefe de planta de Gran Canaria, Marcial Betancor, destacaba ayer lo 'importante' que es que separar bien en un proceso que se inicia en nuestros propios hohares en casa, y cita un ejemplo: las antiguas cintas de vídeo deben ir a parar a un punto limpio, no al contenedor amarillo, porque la cinta se enreda y estropea la maquinaria.

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