Los ciervos muertos en Castilla-León suben a 141

Un ciervo macho asoma entre la maleza en la Sierra de la Culebra
La Junta de Castilla y León elevó a 141 el número de ciervos muertos hallados en las provincias de Zamora y León por el brote de pasteurelosis, aunque su intensidad 'está remitiendo' y se trata de un 'episodio común' que tiene tratamiento para los animales domésticos y no afecta a los humanos.
Así lo confirmó ayer el consejero de la Presidencia y portavoz de la Junta, José Antonio de Santiago-Juárez, quien recalcó que la información oficial de los laboratorios sobre el origen de las muertes, la bacteria pasterella, llegó el lunes a la Administración autonómica, después de seguir los protocolos establecidos para este tipo de mortandades.

De Santiago-Juárez compareció acompañado del director general de Medio Natural, José Ángel Arranz, y la viceconsejera de Desarrollo Rural, María Jesús Pascual, quien explicó que la bacteria que origina la enfermedad al asociarse con situaciones de estrés -calor- no afecta a los humanos. En concreto, Pascual detalló que la bacteria se eliminaría por los propios jugos gástricos del sistema digestivo y que la pasterella no resiste una temperatura de 55 grados, por lo que de ser ingerida la carne de un ciervo afectado, no tendría efecto negativo.

Aunque la viceconsejera sostuvo que el brote 'está remitiendo', la Junta de Castilla y León tiene la intención de mantener el protocolo seguido hasta ahora para el hallazgo de cadáveres animales en la zona, que consiste en tomar muestras y remitirlas a los laboratorios de referencia para su análisis. No restringirán los análisis a los ciervos, sino que el protocolo se aplicará a todos los animales muertos hallados en la zona de influencia.

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