La "cláusala Van Halen" para los montajes de escenarios

Durante el auge de la banda de rock, Van Halen, se popularizó una cláusula que constaba en sus contratos. Concretamente, esta se podía encontrar en el apartado referente al montaje de los escenarios en los que actuaban.

El artículo 126 citaba: "No habrá ningún M&M's marrón en la zona del backstage, bajo pena de cancelación del concierto y pago total a Van Halen". Esta parte del contrato, que en su momento se ridiculizó, era la forma rápida que tenía el equipo del grupo de comprobar si se habían seguido correctamente las instrucciones de montaje. En lugar de comprobar toda la estructura, solo revisaban los caramelos del backstagesi se encontraban con un M&M de este color, significaba que los operarios no habían leído el contrato y por ende, el montaje podía fallar.

En una ocasión, durante un concierto en Colorado, la banda se encontró estos caramelos en su camerino. El cantante, David Lee Roth, se enfadó y arrasó con todo a su paso. Los daños provocados por el cantante fueron de 12.000 dólares, sin embargo, nada comparado con los daños producidos por los fallos de montaje, que hundieron el suelo de la pista de baloncesto donde se realizaba, causando 80.000 dólares de daños.

Tras este suceso, se confirmó la utilidad de la "cláusala Van Halen", que permitía al equipo asegurarse en un momento de si el montaje había sido adecuado y la banda podía actuar sin peligro.

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