Seis sorprendentes consejos para evitar el dolor o, al menos, aliviarlo

Dolor. Imagen de Peggy und Marco Lachmann-Anke en Pixabay
photo_camera Dolor. Imagen de Peggy und Marco Lachmann-Anke en Pixabay

Cada 17 de octubre se celebra en todo el mundo el Día Mundial contra el dolor, una fecha para recordar que el alivio del dolor crónico es un derecho humano reconocido

Este lunes, como cada 17 de octubre, se celebra en todo el mundo el Día Mundial contra el dolor con el objetivo de reivindicar la importancia de atender de forma rápida y eficiente a las personas que padecen algún dolor o malestar; y recordar la situación de las personas que sufren dolor crónico, así como promover la investigación al respecto. De hecho, la OMS ha catalogado como derecho humano el alivio del dolor crónico. 

Con motivo de esta efeméride, desde La Región traemos consejos para evitar el dolor, intentando huir de lo obvio, como el uso de analgésicos para aliviar esta situación. 

Los seis consejos

 

  • Psicoterapia: la conversación y la escucha, acompañados por un buen asesoramiento, puede ayudar y mucho a las personas a sobrellevar su dolor crónico, aliviando, si no el propio dolor de forma directa, sí la sensación subjetiva de él.

 

  • Práctica de la meditación: permite reconectar mente y cuerpo y recuperar nuestra capacidad de prestar atención a todo lo que va más allá de lo que nos estresa.

 

  • Para un alivio momentáneo, cruza los dedos: el dolor es, en cierta medida, necesario. Si no contáramos con receptores del dolor, llevaríamos a cabo prácticas que serían problemáticas a la larga, provocándonos lesiones permanentes. Por ejemplo, si un deportista no fuera advertido por su propio cuerpo cuando está a punto de sufrir una rotura de fibras. Pero hay momentos en los que el dolor solo da la lata, ni más ni menos, y lo más inteligente es engañar a nuestro propio cerebro para que la sensación de dolor sea menor. Una de estas técnicas que, sorprendentemente, funcionan, es cruzar los dedos. Esto provoca que el cerebro no sepa dónde debe provocar el dolor, se despiste y se atenúe la incómoda sensación. 

 

  • Moverse. Cada uno a su ritmo, por supuesto. No hay que presionarse, sino buscar una forma de hacer ejercicio, ya sea suave o moderado, de forma que nos motive y nos alegre. 

 

  • Dormir, un inesperado aliado: dormir es efectivo también para aliviar el dolor. Si sufres un dolor intenso, no tengas reparos en dormir incluso más de esas ocho horas estrictamente recomendable. 

 

  • Evitar la soledad. Está más que demostrado por la ciencia que rodearnos de otras personas (siempre que no haya toxicidad de por medio, por supuesto) ayuda a sobrellevar el dolor físico. Es pura química: en las reuniones sociales, nuestro cerebro produce oxitocina. Y conseguimos evadirnos de los pensamientos más recurrentes. 

 

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