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Cuatro consejos para ordenar el espacio para teletrabajar

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¿Teletrabajo? Probablemente antes de la llegada de la pandemia pocos españoles estaban familiarizados con este término y aún menos habían tenido la oportunidad de ponerlo en práctica. De hecho, en 2019 tan solo lo hacían poco más de 900.000 españoles, de los más de 18,6 millones de trabajadores en nuestro país. Una cifra que se ha multiplicado por 3 en el último año, superando ya los 3 millones de personas que teletrabajan de forma habitual actualmente, es decir, 16,2% de la población activa.

De esta manera, parece que el teletrabajo ha llegado para quedarse, pero, aún en casa, debemos seguir prestando atención a la desinfección y el cuidado de nuestro espacio de trabajo. Por ello, es hora de que - si no lo has hecho ya - construyas en tu hogar un espacio cómodo y adecuado para trabajar y prestes especial atención a cómo mantenerlo higienizado. Estas son 4 claves para ponerlo a punto y tenerlo siempre perfecto.

1. Escoger el lugar adecuado, silencioso y con ventilación

¡Empecemos por el principio! Lo primero que deberemos hacer es seleccionar el lugar en el que vamos a instaurar nuestra "oficina". Para ello, deberemos tener en cuenta diversos factores. Por un lado, tratar de que sea un lugar de la casa aislado y tranquilo, en el que no tengamos distracciones o interrupciones frecuentes, y que cuente con buena ventilación. Idealmente, junto a una ventana que nos proporcione aire fresco.

Ventilar el espacio en el que trabajamos y pasamos muchas horas del día, es fundamental para evitar un ambiente cargado y cuidar la salud. El aire de los espacios debe renovarse para que continúe siendo respirable y beneficioso para el organismo. Lo ideal es ventilarlo cada mañana durante 10 o 15 minutos y hacerlo diversas veces a lo largo de la jornada laboral.

Hacernos con un espacio de trabajo con ventana también nos permitirá contar con luz natural, otro de los aspectos más importantes a la hora de elegir nuestro espacio ideal. Si bien es cierto que debemos evitar trabajar de cara a la luz, para no perjudicar nuestra vista, así como de espalda a ella, para esquivar los reflejos en la pantalla de nuestro ordenador. De esta manera, trataremos de dejarla a nuestra izquierda. Además, la luz solar también puede contribuir a eliminar las bacterias.

2. Elegir los elementos imprescindibles para evitar dolores de espalda o cervicales

Lo esencial cuando se trabaja muchas horas sentado frente a un ordenador es conseguir mantener una buena postura y tratar de evitar malos hábitos que causan dolores de espalda o de cervicales. Para conseguirlo, deberemos contar con una mesa amplia -de altura media y preferiblemente de madera- en la que nos sintamos cómodos y en la que quepan el ordenador, el teclado, el ratón, los auriculares, la libreta, el lapicero, el agua* De hecho, es importante asegurarnos de que tenemos todo ello al alcance de nuestra mano, pero nunca más de lo estrictamente necesario. Así evitaremos, por un lado, levantarnos y perder el tiempo en buscar objetos o documentos que necesitaremos y, por otro, distraernos con elementos irrelevantes que están de más en nuestra mesa.

Por supuesto, otra clave fundamental es hacernos con una silla ergonómica con ruedas, que podamos adaptar a nuestro cuerpo (altura, brazos, respaldo, etc.). Este elemento de nuestro espacio de trabajo es clave para cuidar de nuestra espalda. Se recomienda, además, apoyar los pies en el suelo, mantener la espalda recta, sin tensión, y los brazos relajados sobre la mesa o los reposabrazos de la silla.

También es aconsejable contar con elementos auxiliares que nos provean de luz a primera hora de la mañana o a última de la tarde. Un flexo puede ser una gran opción, ya que es posible regularlo, enfocarlo hacia abajo y situarlo por debajo de la altura de nuestros ojos. Nos permitirá ver mejor y crear un entorno cálido y funcional.

3. Mantener siempre el orden y la higiene

Guardar el orden de todos los elementos del espacio de trabajo, limpiar y desinfectar, no solo el entorno, sino la mesa, la silla, y los equipos con los que estamos continuamente en contacto -como ordenadores y móviles-, es clave para preservar un entorno saludable y libre de cualquier partícula nociva.

De hecho, en el teclado de nuestro ordenador se acumulan 400 veces más bacterias que en un inodoro. De este modo, un teclado puede contar con hasta 33 mil bacterias y más de 3 mil hongos por centímetro cuadrado, por lo que un teclado medio de 35x15 cm podría llegar a tener hasta 17 millones de bacterias y más de 1,5 millones de hongos. Por ello, es vital limpiarlo frecuentemente con un paño húmedo desinfectante y aspirar con un aspirador de mano toda la suciedad que se acumula entre sus teclas.

4. Prestar especial atención a la decoración y otros elementos que proporcionen bienestar

Sentirnos bien en nuestro espacio de trabajo es algo que influye directamente en nuestra productividad y eficacia. Por ello, incluir en él elementos decorativos como plantas que renueven el aire, frases motivadoras en la pared o toques de color -como láminas o pequeños cuadros- que nos llenen de vitalidad y positividad, puede ser buena idea.

Otros objetos decorativos como estanterías o cajas pueden resultarnos realmente útiles para almacenar objetos o documentos del trabajo y, generalmente, no suponen una distracción.

En este sentido, los aromas de velas, mikados, incienso... habitualmente son buenos aliados para ayudarnos a relajarnos y concentrarnos. ¡La lavanda es siempre una fantástica opción! También nos ayudará en este proceso el color de nuestra habitación, los tonos claros suelen funcionar muy bien. Por lo que, tanto el blanco, como el beige o el gris perla pueden ser buenas elecciones. Además, la llenarán de luminosidad.

Bastará con aplicar estos simples consejos para construir de manera sencilla un espacio ideal para el teletrabajo, totalmente higiénico y siempre a punto para ponernos manos a la obra.
 

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