La contaminación marina acaba con Doqui, la foca más querida de las Rías Baixas

Doqui en una de sus apariciones por las Rías Baixas.
photo_camera Doqui en una de sus apariciones por las Rías Baixas.
La Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Marinos confirmó que falleció tras retirarle plásticos y anzuelos del estómago

La contaminación marina parece ser la causante de la muerte de Doqui, la foca gris que se dejaba ver desde hace dos años por la Ría.

Entre los vecinos de Canido o los usuarios de Samil, de O Vao o de Panxón era habitual verla nadar o tomar el sol en la arena. Su última visita fue a finales de septiembre. Según confirmó la Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Marinos (Cemma), falleció tras una intervención quirúrgica realizada en Portugal para limpiarle el estómago.

Tras su paso por la costa gallega nadó hasta aguas lusas. Poco a poco se fue dirigiendo hacia el sur hasta llegar al Algarve. “A finales de año y tras valorar su estado fue recogida y trasladada a un delfinario en el que también hacen rehabilitación, le detectaron una infección respiratoria y dos anzuelos en el estómago, por lo que le hicieron una endoscopia para quitárselos; también encontraron una bola de hilos de tanza y algunos plásticos pequeños que le retiraron”, informan fuentes de Cemma. Por lo visto, no consiguió superar el pos-operatorio y murió al día siguiente.

Desde Cemma recuerdan que la llegada de focas grises en la costa gallega se concentra entre los meses de diciembre y febrero. Habitualmente son cachorros que proceden de las colonias del norte de Europa, sobre todo de las islas Británicas, con pocas semanas de vida. Son muy inexpertos y el cansancio que traen hace que bajen a las playas a descansar o pasar la noche. La Coordinadora recuerda que  no se pueden tocar, ni acercarse a ellos, ni bloquearles la salida al agua. “En caso de encontrar algún ejemplar hay que avisar al 112”.

La primera foca del año, Max, llegó a Baredo, en Baiona, el 3 de enero. Por las condiciones en las que llegó, necesitó asistencia, con su traslado al centro de recuperación. La última, Cadrado, quedó atrapada accidentalmente en las redes de un barco en San Cibrao hace dos días. Fue el tercero que se visualizó en la Rías Altas este mes.

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