Cristianos, musulmanes y judíos defienden el derecho a la vida de discapacitados, también los no nacidos y terminales

Representantes de las tres religiones monoteístas, Cristianismo, Islam y Judaísmo, han coincidido en defender la dignidad fundamental y el derecho a la vida de todas las personas, especialmente de las personas discapacitadas, incluidos los no nacidos, los terminales y aquellos a los que su discapacidad les haya dejado totalmente dependientes.
Así lo han indicado durante la tercera sesión 'El servicio a la vida. Judaísmo, islamismo y Cristianismo' del V Congreso internacional 'Las Paradojas de la Discapacidad', que se celebra desde este jueves hasta el sábado en la Universidad CEU San Pablo que organiza el encuentro junto a la Asociación Mediterráneo senza Handicap.

En este sentido, el sacerdote Jesús Conde Herranz ha destacado que los embriones son 'tan absolutamente necesitados y tan incapaces de dar' pero provocan 'una revolución en la madre' y ha indicado que, de otro lado, los enfermos en estado vegetativo, aunque parezca que no pueden hacer nada, en realidad, hacen que sus familiares 'saquen lo mejor de sí mismos'.

Así, ha explicado que, según la Biblia cristiana, el hombre es 'débil' pero tiene a la vez algo divino que es el espíritu y nadie puede considerarse totalmente capacitado ni totalmente autónomo pues 'todas las personas tienen barreras', al mismo tiempo que 'no hay ninguna persona discapacitada que no sea capaz de dar capacidades a otros'. 'Capacidad y discapacidad son relativos y lejos de antinómicos tenemos que considerarlos armonizables', ha subrayado.

Según ha precisado, todo lo que la Biblia señala va desplegando una realidad de Dios que se preocupa por las personas discapacitadas así como por las personas que las atienden.

En la misma línea, el presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de España (Ucide), Riay Tatary, ha defendido el derecho a vivir de las personas con discapacidad y ha apuntado, en el mismo sentido que ayer hizo el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, que los diagnósticos prenatales que permiten comprobar si el feto tiene alguna discapacidad, 'no son razón para evitar el nacimiento de una persona'. Así, ha indicado que los musulmanes sólo permiten el aborto en el caso de que peligre la vida de la madre.

Concretamente, ha indicado que el Islam se basa en tres conceptos fundamentales: la vida es sagrada, de forma que todos los dones que Dios ha depositado en la persona deben prevalecer y presentarse en sociedad; la dignidad, es decir, que Dios ha dignificado al ser humano por ser su creación por excelencia, y la sabiduría divina está puesta en él; y la igualdad entre todos los seres humanos, sin importar 'las etiquetas' que se ponen y que, según ha señalado Tatary, hay que luchar por eliminar.

Tatary ha destacado el 'muy fuerte' papel de la familia musulmana a la hora de cuidar de las personas con discapacidad, hecho por el que, según ha indicado, a veces incluso rechazan el cuidado del Estado para hacerse cargo ellos mismos. Además, ha subrayado que, según se refleja al comienzo de todos los capítulos del Corán, Dios es 'clemente y misericordioso', aunque ha señalado que no cita la discapacidad sino la debilidad y, especialmente, la enfermedad.

Por otro lado, la discípula del rabino Mose Bendaham, Bibiana Baratan, ha subrayado que el alma es igual para todas las personas del mundo y que 'en el alma no hay discapacidad'. Además, ha apuntado que aquellos que no tienen ninguna discapacidad deben ayudar a los demás, tal y como, según ha explicado, dice la Torah.

Baratan ha señalado que el libro sagrado del Judaísmo que cuenta con 613 preceptos -365 positivos y 248 que indican lo que no se debe hacer- y que entre los positivos, uno de los más importantes es el que insta a visitar a los enfermos, incluyendo a las personas con discapacidad siguiendo el precepto de 'amar al prójimo como a uno mismo'. En este sentido, ha indicado que, aunque en una persona sea evidente el deterioro físico, es evidente que hay 'un alma divina que no sufre'.

Además, ha remarcado que para el Judaísmo la vida humana es la 'prioridad' y, por ello, la eutanasia está 'prohibida' porque la vida la da Dios y 'ni siquiera uno mismo puede decidir' sobre ella. De esta forma, ha asegurado que, aunque una persona esté postrada, o tenga una discapacidad y su cuerpo esté limitado, a nivel de su alma está cumpliendo su trabajo espiritual.








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