O día que o Arnoia dividiu “sus aguas en tres o cuatro partes y descubrió su lecho"

Gravado sobre os efectos que o terremoto de Lisboa causou na Sé da capital.
photo_camera Gravado sobre os efectos que o terremoto de Lisboa causou na Sé da capital.

Un dos documentos máis descriptivos daquel momento é o que redactou "Don Luis Antonio Ojea Feijóo, Pertiguero, Alcalde maior y Justicia Ordinaria en esta villa y jurisdición de Zelanova" e que foi publicado polo historiador Domingo González Lopo.

Nel, o pertigueiro celanovés relata "como el día primero de noviembre pasado (...) se percibió a los tres quarttos para las diez, el movimiento, conclusión y temblor de tierra, sintiéndose el trueno ronco y rumor subterráneo (...) durante quatro o cinco minutos, causando una conmoción y bamboleo en tódos los edificios, árboles, peñas y aún en la misma tierra, bien sensible a la vista y aún al corto tacto de los pies. No se arruinó templo, casa ni edificio y por consiguiente no sucedió desgracia alguna..."

Sen embargo, ademais de temer pola integridade da cúpula e da fachada da igrexa "con tan visible movimiento y tanta diclinazión que cada instante temía viniese a la tierra", constataron atónitos, como "tres lámparas que hay en el espacioso presbiterio de la capitalla mayor, con la vibración que adquirieron suas cadenas y continuo movimiento de la bóveda tomaron tanto vuelo que casi o sin casi llegaron a tocar las paredes laterales y aunque pasado el tremor se fueron remitiendo y aflojando, sus undulaciones duraron cerca de tres cuartos de hora".

Outros puntos nos que fixaron as súas referencias os informes foron os ríos. Tal é o caso do informante celanovés, que di: "... los que estaban a la vista del río Arnoya, de mediano caudal (...), le vieron en el tramo que alcanzaba su vista, dividirse lattitudinalmente en tres o quatro parttes, deteniéndose o retrocediendo sus aguas contrra su corriente, en ttal forma que se descubrieron las arenas más profundas de su lecho".

Isto corrobórao na súa tese Begoña Ces, que decribe como incluso tamén houbo unha afectación directa a fontes ou mananciais termais, chegando a secalos temporalmente, coma no caso das Burgas ou a incremetar o caudal nos Baños de Bande, nos de Caldelas ou no do Monte, en Cortegada, onde o que se incrementou foi a temperatura da auga.

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