El doctor Grohl y la medicina venenosa

Cuando en 1994 los miembros de Nirvana se separaron tras la muerte de Kurt Cobain, creo que muy pocos imaginamos que su batería Dave Grohl, quien pasaba por ser el miembro menos cool del grupo, se convertiría con los años en uno de los referentes artísticos, entendido este concepto en su más amplio sentido, más sólidos, respetados y valorados del mundo del rock actual. Con sus Foo Fighters, ha conseguido ser para muchos el último gran grupo de rock que ha llegado a lo más alto del “mainstream” y del llamado “rock de estadios”. 25 años de trayectoria ininterrumpida, discos de impecable factura en general, directos de una profesionalidad intachable y canciones sin las cuales no se puede entender el rock del último cuarto de siglo como “Everlong”, “Monkey Wrench”, “Learn To Fly” o “The Pretender” han hecho de los Foo Fighters toda una institución, más allá del hecho de que su fundador y líder es por si mismo, como antes mencionaba, mucho más que un músico, siendo también actor y director de documentales. En este sentido, recomiendo el visionado de su sensacional serie para televisión "Sonic Highways", que toma su título de uno de los álbumes de Foo Fighters y que siempre defenderé que es uno de los mejores, si no el mejor documental sobre la historia del rock americano. Un homenaje en formato crónica visual y sonora sensacional a las raíces de nuestra música al otro lado del Océano Atlántico. Socialmente, es asimismo alguien que se ha posicionado de manera muy activa a favor de los derechos del colectivo LGTBI, a favor del control de armas y de limitar los poderes de la Asociación Nacional del Rifle y ha apoyado públicamente en sus campañas electorales para la presidencia de Estados Unidos tanto a Barack Obama como a Hilary Clinton y más recientemente a Joe Biden. Por tanto, la expectación creada en torno al nuevo álbum de Foo Fighters ha sido inmensa y en consecuencia, se hacía casi obligatorio analizarlo con un mínimo de profundidad en estos “Papeles de rock”. Originalmente completado en febrero del año pasado, "Medicine at Midnight", el décimo lanzamiento de estudio de Foo, su lanzamiento estaba destinado a celebrar el 25 aniversario de la banda en la primavera de 2020, sin embargo y como es comprensible, todos los planes se vinieron abajo en apenas tres semanas. Como explicó el propio Dave Grohl el pasado diciembre en una entrevista, “Todo estaba listo para hacer un lanzamiento realmente ambicioso. El álbum ya estaba mezclado, masterizado y listo para entregar a fabricación. Se había manufacturado ya todo el merchandising, el equipo estaba listo para subirlo a los camiones, salir de gira… y todo se apagó. Luego pasamos meses y meses tratando de decidir cuándo lo editaríamos. Ok, en junio dijimos: ¿ahora? No, esperemos a ver que pasa. Luego, pensamos en septiembre. Más tarde en navidad. Hasta que llegó un momento en el que ya la situación era tan jodida que decidimos no esperar más. La gente necesita algo para levantar el ánimo, algo que les dé una sensación de alivio o escape. Vamos a publicarlo ya, en febrero. No sé cuándo saldremos a la carretera, pero tenemos que darle música a la gente, porque para eso la hacemos". Y aquí tenemos finalmente "Medicine At Midnight", el largamente esperado nuevo disco de Foo Fighters. Se abre el disco con "Making A Fire", un hard rock de empaque muy clásico –la primera referencia que se vino a la cabeza fue el Lenny Kravitz de "Mama Said"- aunque busca una sonoridad muy de los 90, cercano incluso a los Foo Fighters del comienzo, con unas guitarras muy duras y coros pegadizos incorporados por la hija de Grohl, Violet. Desde ahí nos deslizamos hacia “Shame Shame", lanzado en noviembre pasado como el sencillo principal del álbum y en una vuelta a las guitarras más rockeras y recargadas, continúa el disco con "Cloudspotter", probablemente el corte más duro, más desgarrado y guitarrero de "Medicine At Midnight", un tema prácticamente heavy, escupido con rabia punk. Además de Queen y Led Zeppelin, Dave Grohl siempre se ha referido a los Beatles como una de las bandas que más le han influenciado. En gran medida, la huella beatle en Foo Fighters es en “Waiting On A War”, el tercer sencillo que precedió a la salida del álbum, empieza suave, con un tratamiento de la voz muy melódico y guitarras más cálidas que posteriormente evolucionan hacia un rock más fuerte y acelerado. A mi juicio, de las mejores de este trabajo, todo un clásico en potencia. La canción que da título al disco, "Medicine at Midnight" es un tema oscuro, sofisticado y con una suave pero penetrante onda funky en donde quien se muestra como otra relevante influencia en la forma de cantar de Grohl es David Bowie. Pero tan solo es una tregua, pues en “No Son Of Mine” volvemos al rock duro sin concesiones, en una suerte de fusión ideal entre Motorhead y Queen a velocidad de vértigo, guitarras a todo volumen y Grohl criticando ácidamente la hipocresía religiosa en su letra. Más heavy metal -en especial por su solo de guitarra- y una estructura de hard rock es “Holding Poison”, que es de las más pegadizas también. La preciosa balada "Chasing Birds" es tan relajada como parece; un breve interludio suave que de nuevo nos muestra la inspiración que los Beatles despertaron en aquellas sesiones de composición y ensayos de 2019 antes de que el álbum se cierre una nueva vuelta al hard rock con "Love Dies Young”, cuya intro de guitarra indudablemente te traerá a la memoria el "Keep Yourself Alive" para una canción más animada, dura pero más pegadiza, que hasta incluye un guiño al “Pinball Wizard” de los Who. Siendo como son un grupo que tras 25 años de trayectoria se han sabido ganar un puesto entre las leyendas del rock actual, Foo Fighters ya no tienen nada que demostrar, ni a sí mismos, ni al público ni a la crítica musical. Con toda seguridad por ello se han dado un margen ilimitado de libertad creativa que les ha hecho trabajar sin otra presión que no sea la de hacer un producto que les satisfaga y que se sientan capaces de defender en directo. Ello hace entender porque la práctica totalidad de la prensa musical especializada -New Musical Express, Kerrang!, Spin, Rolling Stone- como incluso la prensa generalista en sus columnas hasta el momento hayan publicado críticas muy positivas sobre "Medicine At Midnight". Es un álbum esencialmente sincero, transparente, y ello se transmite, se comunica muy bien. ¿Candidato a ser uno de los álbumes de 2021? Creo que sí. Ojalá tengamos la oportunidad de reafirmarnos en esta impresión pudiendo volver a ver a Foo Fighters en directo en los próximos meses.