Un equipo del CNIO diseña una nueva estrategia de medicina personalizada frente al cáncer avanzado y de mal pronóstico

Un equipo del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha diseñado una nueva estrategia de medicina personalizada en pacientes con cáncer avanzado y de mal pronóstico que logra respuestas clínicas en hasta un 77 por ciento de los pacientes, bien por la estabilización de la enfermedad o por una mejora parcial, según explican en la revista  'Clinical Cancer Research'.

La complejidad genética del cáncer requiere de nuevas herramientas capaces de filtrar la información genética relevante para la implementación y el desarrollo de terapias personalizadas que combatan de forma dirigida las características de cada tumor.

Partiendo de esta base, un equipo del vicedirector de la Unidad de Investigación Traslacional y director del Programa de Investigación Clínica del CNIO, Manuel Hidalgo, analizó en una primera fase la firma genética de los tumores procedentes de 23 pacientes con cáncer avanzado, incluidos adenocarcinomas pancreáticos y cáncer de colon.

Mediante técnicas de secuenciación masiva y análisis bioinformáticos, los investigadores seleccionaron aquellas mutaciones que podrían ser relevantes para el crecimiento y la propagación del tumor.

Y en una segunda fase del proceso, utilizaron ratones avatar -aquellos a los que se les implanta fragmentos de tumores de los pacientes- donde estudiar los tratamientos potencialmente eficaces según la firma genética de cada paciente.

El uso de estos ratones, según ha reconocido Elena Garralda, investigadora predoctoral del Grupo de Hidalgo, es precisamente "uno de los aspectos más singulares de la investigación", ya que funcionan como un banco de pruebas, de forma que cada paciente tiene un replicante animal donde estudiar de forma real la efectividad de los fármacos. Así, si el fármaco funciona en el avatar las probabilidades de que funcione también en el paciente son muy altas.

USANDO MODELOS AVATAR DE RATONES

De este modo, aquellos tratamientos que mejor funcionaron en los modelos avatar son los que se administraron a los pacientes. Los resultados mostraron mejoras clínicas, sea estabilización de la enfermedad o respuesta clínica parcial, en un 77 por ciento de los casos.

"Hemos demostrado que es factible aplicar a la clínica hospitalaria nuestra estrategia de personalización de los tratamientos en oncología", ha aseverado Garralda, quien está convencida de que "a medida que se comprenda mejor la información genética obtenida a partir de la secuenciación del exoma tumoral, los ensayos clínicos permitirán la inclusión de pacientes con alteraciones genéticas específicas y, por tanto, un mayor acceso a fármacos".

Uno de los objetivos primordiales del equipo es estudiar la eficacia del procedimiento y compararla con los tratamientos convencionales en un número mayor de pacientes con cáncer de páncreas avanzado, ya que se trata actualmente de uno de los tumores con peor pronóstico, con una supervivencia media inferior al año.

Se trata de una enfermedad compleja y heterogénea, por lo que el estudio personalizado de las mutaciones más relevantes para el crecimiento tumoral (mutaciones 'driver') se presenta como una estrategia muy prometedora en la búsqueda de nuevos tratamientos de la enfermedad.

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