Poner la lavadora es uno de las tareas básicas en el hogar. Y aunque puede parecer algo sencillo para tener la ropa lavada y a punto en cualquier momento, tiene sus complicaciones ya que podías quedarte sin alguna prenda. O mucho peor, que se estropee este electrodoméstico y tengas que gastar en su reparación o bien en comprar uno nuevo. Para ello, algunos de los errores más comunes al llevar a cabo esta actividad. Desde dejar monedas o papeles a no prestar atención a los colores. Estos son los fallos más habituales:
Olvidar monedas, llaves o papeles entre la ropa
Antes de meter la ropa en la lavadora es importante revisar los bolsillos de las prendas que metas a lavar en el electrodoméstico. Bien, por no perder algún billete o algún documento importante en el lavado, o por evitar que estos elementos provoquen algún daño en el tambor o en el filtro de la lavadora.
Sobrecargarla
En ocasiones no se tiene en cuenta la capacidad máxima que puede tener el tambor. Es importante que, para un lavado eficiente, la ropa se pueda mover libremente por el tambor. Cargarlo más tampoco significa que ahorres más, ya que quizá no se limpien las prendas como debería y tengas que volver a ponerla.
No dividir la ropa
Disponer de poco tiempo a veces provoca que se coja toda la ropa sucia y se meta junta sin tener en cuenta ni colores ni tejidos para evitar tener que poner varias veces la lavadora. Sin embargo, es aconsejable pararse un momento y dividirla. Por colores, al menos separar la ropa blanca de la de color y evitar llevarnos un susto. No está de más echar un ojo a las etiquetas de las diferentes prendas para mirar cuál es la temperatura óptima para su lavado y evitar daños en ellas. Las hay cuyo lavado óptimo es con agua fría y otras con temperaturas más altas. ¿Cómo puedo separar las prendas?
- Por tejidos ya que cada uno podría disponer de un programa de lavado diferentes
- Color para evitar que se destiña: por un lado la ropa blanca o colores más claros y en otro los colores más oscuros.
- La suciedad: no se necesita el mismo modo de lavado para prendas con mucha sociedad que para otras que apenas están manchadas. .
No calcular la cantidad de detergente y suavizante óptima
Según la OCU, tanto el detergente como el suavizante debe usarse en su cantidad justa, en función de la suciedad de la ropa y la dureza del agua ya que en caso de pasarse hay el riesgo de que estos productos dejen manchas o restos entre nuestra colada. Lo ideal es echar un ojo al etiquetado de los envases para saber cuánto podemos echar o en que casos concretos es necesario añadir un poco más.
No recoger la colada al terminar el lavado
Dejar la ropa en la lavadora una vez finalizado el lavado podría dejar en ella un olor a húmedo bastante desagradable o que la ropa quede demasiado arrugada y sea necesario gastar más tiempo después a la hora de planchar. Lo ideal es calcular bien si estaremos en casa cuando finalice el programa elegido o si el electrodoméstico tiene la opción, indicar la hora a la que quieres que comience.
No limpiar el electrodoméstico
Al igual que otros utensilios o electrodomésticos, es necesario limpiar de vez en cuando la lavadora ya que se puede acumular suciedad en las gomas o bien puede haber problemas en los recipientes en los que se introduce el detergente o el suavizante y este luego no se distribuya bien.
El mismo centrifugado a todas las prendas
Otro de los errores comunes es usar el mismo centrifugado para todas las prendas. Las de algodón o tejidos resistentes necesitan de un centrifugado normal, mientras que las de tejidos sintéticos o de varios tejidos necesitan uno más reducido. Por otro lado, las prendas delicadas como las de lana apenas necesitan centrifugarse.
No tratar las manchas
Si quieres que una prenda con una mancha salga limpia, lo ideal es tratarla antes con un quitamanchas o un detergente antes de meterla en el tambor. De lo contrario se corre el riesgo de que la suciedad siga una vez se termine el lavado
