El doctor en Psicología y en Pedagogía y profesor de la facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid, Valentín Martínez-Otero, apuntó que la vieja frase de 'no te vayas con extraños' con la que los padres alertaban a los menores de los peligros de situaciones como el secuestro, 'se adapta al nuevo contexto de las redes sociales'.
Martínez-Otero señaló que esa advertencia de los padres no quedó obsoleta 'aunque cambia al compás de los tiempos'. Así, existe 'un peligro similar' a la hora de agregar, por ejemplo, a un desconocido a la red social Facebook o Tuenti. Por ello, para garantizar la seguridad del niño, 'no es adecuado ni sobreproteger ni ser demasiado permisivo', apostilló.
En este sentido, recordó que 'es muy aconsejable', en relación a las redes sociales e Internet, que 'se limite el tiempo de uso del ordenador, que se sitúe en lugar visible, que se hable con los hijos sobre las tecnologías y que se les den instrucciones precisas, además de disponer de filtros o fomentar la utilización crítica'. Asimismo, Martínez-Otero precisó que para conseguir que un niño sea vigilante y capaz de ver el peligro es fundamental hablar con él 'de forma razonable y clara', dándole unas pautas 'precisas' sobre cómo actuar, llegando 'incluso a simulación posibles situaciones'.
SITUACIONES PERTURBADORAS
'Los secuestros son acontecimientos profundamente perturbadores del equilibrio personal del menor y la recuperación de un niño tras una situación como esta requiere de un trabajo profundo', apunta Martínez-Otero, quien añade que 'no es extraño que se presente el síndrome de estrés postraumático', que requiere para su atención de estrategias de asunción de lo acontecido, de relajación o de canalización positiva de estados emocionales, entre otras medidas. De la misma forma, destacó el papel de la familia, de la escuela y de los amigos, que 'repercute enormemente' sobre el niño liberado. Además, advirtió de que 'hay traumas que se encierran en la memoria y que vuelven a aparecer años después', algo que resulta 'muy perturbador'. Por otra parte, señaló que durante el periodo de secuestro los familiares deben mantenerse unidos, contar con apoyo psicológico y mantener el contacto con la policía.
En este sentido, recordó que 'es muy aconsejable', en relación a las redes sociales e Internet, que 'se limite el tiempo de uso del ordenador, que se sitúe en lugar visible, que se hable con los hijos sobre las tecnologías y que se les den instrucciones precisas, además de disponer de filtros o fomentar la utilización crítica'. Asimismo, Martínez-Otero precisó que para conseguir que un niño sea vigilante y capaz de ver el peligro es fundamental hablar con él 'de forma razonable y clara', dándole unas pautas 'precisas' sobre cómo actuar, llegando 'incluso a simulación posibles situaciones'.
SITUACIONES PERTURBADORAS
'Los secuestros son acontecimientos profundamente perturbadores del equilibrio personal del menor y la recuperación de un niño tras una situación como esta requiere de un trabajo profundo', apunta Martínez-Otero, quien añade que 'no es extraño que se presente el síndrome de estrés postraumático', que requiere para su atención de estrategias de asunción de lo acontecido, de relajación o de canalización positiva de estados emocionales, entre otras medidas. De la misma forma, destacó el papel de la familia, de la escuela y de los amigos, que 'repercute enormemente' sobre el niño liberado. Además, advirtió de que 'hay traumas que se encierran en la memoria y que vuelven a aparecer años después', algo que resulta 'muy perturbador'. Por otra parte, señaló que durante el periodo de secuestro los familiares deben mantenerse unidos, contar con apoyo psicológico y mantener el contacto con la policía.