Muchos gritarán ¡anatema!, pero luchar contra lo digital es una batalla perdida y las añejas colecciones de cromos no iban a quedarse al margen.
La empresa Totfan Games creó unos álbumes virtuales que, además de satisfacer el afán del coleccionista, servirá para hacer amigos a través de una red social. La idea, que se pretende poner en el mercado el próximo otoño, está dirigida sobre todo a los nativos digitales, es decir, a niños y adolescentes que se manejan sin problemas con las nuevas tecnologías y los smartphones y a quienes el tacto de los cromos de papel no les genera las mismas sensaciones que a sus padres o hermanos mayores.
Aquí, el álbum es virtual. Tras registrarse en Facebook o Twitter el coleccionista en potencia obtendrá los diez primeros cromos digitales de forma gratuita. Si uno se aficiona, cada vez que entre en el sitio de la colección obtendrá gratis otro más, pero para hacerse con la totalidad (habrá un porcentaje exclusivo) deberá hacer micropagos a través de sms (que rondarán los 1,40 euros) para comprar packs de diez cromos de forma aleatoria, como los tradicionales sobres.
UN NUEVO JUEGO SOCIAL
Por lo demás, Jaume Teixi, cofundador de Totfan, 'todo es igual', los cromos repetidos se pueden cambiar (o regalar según se tercie) con otros coleccionistas a los que se les enviará una oferta 'on line' con los números que se demandan y cuáles se les ofrece a cambio, que podrá ser rechazada o contraofertada. Esta relación convierte al álbum virtual en un juego social, que posibilitará poner en contacto a personas con los mismos intereses: fútbol, música, series de televisión, celebridades, animación.
Teixi y su socia Raquel Iglesias, con la que fundó la empresa hace un año -con sede en el vivero de empresas de Barcelona Activa- alcanzaron un preacuerdo con un equipo de la primera división de fútbol española para sacar de forma conjunta la primera colección.
Además, están negociando con algunas cadenas de televisión, artistas y grupos musicales para crear otras series. 'Nos llamamos Totfan porque la idea es hacer coleccionismo para fans', explican los responsables. Totfan Games también pensó en los 'inmigrantes digitales', a quienes les gusta poder contar con el álbum físico. Una vez 'pegado' el último cromo virtual, el coleccionista podrá imprimirlos con un coste adicional. Si no, se pueden conformar con el pdf.
Aquí, el álbum es virtual. Tras registrarse en Facebook o Twitter el coleccionista en potencia obtendrá los diez primeros cromos digitales de forma gratuita. Si uno se aficiona, cada vez que entre en el sitio de la colección obtendrá gratis otro más, pero para hacerse con la totalidad (habrá un porcentaje exclusivo) deberá hacer micropagos a través de sms (que rondarán los 1,40 euros) para comprar packs de diez cromos de forma aleatoria, como los tradicionales sobres.
UN NUEVO JUEGO SOCIAL
Por lo demás, Jaume Teixi, cofundador de Totfan, 'todo es igual', los cromos repetidos se pueden cambiar (o regalar según se tercie) con otros coleccionistas a los que se les enviará una oferta 'on line' con los números que se demandan y cuáles se les ofrece a cambio, que podrá ser rechazada o contraofertada. Esta relación convierte al álbum virtual en un juego social, que posibilitará poner en contacto a personas con los mismos intereses: fútbol, música, series de televisión, celebridades, animación.
Teixi y su socia Raquel Iglesias, con la que fundó la empresa hace un año -con sede en el vivero de empresas de Barcelona Activa- alcanzaron un preacuerdo con un equipo de la primera división de fútbol española para sacar de forma conjunta la primera colección.
Además, están negociando con algunas cadenas de televisión, artistas y grupos musicales para crear otras series. 'Nos llamamos Totfan porque la idea es hacer coleccionismo para fans', explican los responsables. Totfan Games también pensó en los 'inmigrantes digitales', a quienes les gusta poder contar con el álbum físico. Una vez 'pegado' el último cromo virtual, el coleccionista podrá imprimirlos con un coste adicional. Si no, se pueden conformar con el pdf.
