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"Fortnite", fácil... y oportuno

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photo_camera Un momento de la batalla en el videojuego "Fortnite".

El mundo de los videojuegos avanza a pasos agigantados. Con todo, el fenómeno social del año responde al nombre de "Fortnite". Niños y jóvenes copian el bailecito de futbolistas como Griezmann para celebrar los goles.

El videojuego "Fortnite" es el fenómeno social del año. Ha conquistado los mandos de millones de jugadores y sus bailes son imitados por futbolistas y seguidores de todo el mundo. Las claves de su éxito son que es fácil de jugar, divertido y además ha llegado en el momento adecuado.

La trama tiene un sencillo punto de partida. un centenar de jugadores (se juega en línea) aterrizan en una isla llena de armas y otros objetos, solo uno puede quedar vivo, y para lograrlo se pueden desarrollar construcciones.

Este peculiar modo de batalla, "muy adictivo y que crea tensión", se denomina "Battle Royale" (batalla real) y no lo ha inventado "Fortnite" (Epic Games), pero sí es el que lo ha hecho más famoso, explica el profesor de diseño y guión del Máster en Diseño y Desarrollo de Videojuegos de la Universidad Politécnica de Madrid, Daniel González. "En cinco minutos cualquiera puede aprender la dinámica de juego", explica, "pero si eres un jugador experimentado todavía tienes mucho que jugar".

En otros juegos con este tipo de partida, como "PUBG" ("PlayerUnknown's Battlegrounds"), al que "Fortnite" ha desbancado, un jugador experimentado tardaba unas doscientas horas en dominar el juego. Su sencillez ha cautivado especialmente a los jóvenes de entre 8 y 18 años y se acompaña con una estética de dibujo animado, gráficos coloridos y pegadizos bailes. "Ha sabido conectar muy bien con la gente", añade González.


El baile de Griezmann


El fenómeno ha traspasado a su comunidad, niños y jóvenes copian los pegadizos bailes de los personajes y también jugadores de fútbol como Antoine Griezmann para celebrar un gol. "No hay mejor campaña de promoción. El videojuego ha trascendido su comunidad, forma parte de la cultura", argumenta Javier Arévalo, director académico del área de Videojuegos en el Centro Universitario de Tecnología y Arte Digital U-tad.

Además de todo esto, el juego es gratis. Sigue el formato "freemium", puedes jugar sin pagar ni un euro, pero también puedes comprar accesorios. "No dan ninguna ventaja, pueden ser camuflajes, sombreros e incluso bailes", añade el profesor universitario.

Esta mezcla ha conseguido no solo ser un éxito entre los más jóvenes, si no que ha provocado que otros videojuegos como el nuevo capítulo de la exitosa saga "Call of Duty: Black Ops" haya incorporado este tipo de batalla en su próxima entrega.

A estos ingredientes, "Fortnite" sumó la oportunidad, llegó en buen momento, se subió al carro del battle royal que venían marcando otros juegos y su ambiente de buen rollo y diversión encajó perfectamente en el fenómeno cada vez más en auge del visionado de partidas en internet ("streaming"·).

"En cualquier videojuego siempre hay un factor suerte, estar en el momento adecuado en el lugar adecuado", subraya Arévalo, que remarca que el exitoso título ha aprovechado "una ola" y la ha convertido "en tsunami", pero, matiza, la ola "ya existía".

De hecho, el actual juego es una modificación de otro inicial que no tuvo mucho éxito, que se reformuló bajo el modo de juego "battle royale" y que se hizo gratuito, dos cambios que lo convirtieron en un "éxito arrollador", según el profesor de la Politécnica de Madrid.

El fenómeno es tal que hay páginas especializadas web con profesores que enseñan a niños habilidades para mejorar a "Fortnite", a la vez que ha crecido la preocupación por la adicción que el juego puede generar entre los más pequeños. "Si algún padre tiene alguna duda sobre la idoneidad de que su hijo juegue a este juego, le aconsejo que juegue y haga un juicio objetivo", aconseja Arévalo, que cree que ante el miedo al uso abusivo de dispositivos por parte de los niños hay que dejarse guiar por el sentido común y "la madurez, el carácter y las características personales de cada niño.

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