Respecto a la calidad de vida, la comunidad presenta un mejor indicador que la estimación del país
Los gallegos son menos alegres que la media nacional, según recoge la oleada de invierno del barómetro IndexLife, que atribuye a los habitantes de esta comunidad autónoma "menos fuerza de ánimo, menos alegría y algo más de tristeza".
Este barómetro es una iniciativa conjunta del Instituto de Prospectiva Internacional (IPI), el Grupo Cofares y la Agencia EFE; y su objetivo es ofrecer una medida del estado de ánimo de la sociedad española y conocer sus principales preocupaciones.
Los datos de esta tercera oleada, cuyo trabajo de campo se realizó entre el 13 de enero y el 12 de febrero de 2015, han sido presentados en Madrid, como los anteriores, por Juan José García de la Cruz, sociólogo y director general del IPI.
En la presentación también han estado la directora de Redacción de la Agencia EFE, María Luisa Azpiazu; el director general de Servicios a la Farmacia de Cofares, Ángel Ramos; el director gerente de CORE (Cofares Responde), Octavio García Burguera; y el responsable del área de demoscopia de CORE, José Luis Pérez.
El barómetro, de carácter trimestral, se sustenta en dos paneles: uno de población general en el que han participado 1.880 personas encuestadas; y otro de empleados de oficinas de farmacias de todo el territorio nacional con 1.200 entrevistas en todas las Comunidades Autónomas.
Todos estos datos a nivel nacional no reflejan una España homogénea, puesto que hay diferencias entre Comunidades Autónomas, algunas más sutiles y otras más evidentes.
Según los datos relativos a la Comunidad gallega, ésta presenta un nivel de irritación alto, del 6,48, un poco superior a la media nacional, que es del 6,43.
Las razones aludidas por la ciudadanía como causa de sus principales preocupaciones son, por un lado, el mercado de trabajo (despidos, ERE's, disminución salarial y, por supuesto, desempleo y el incierto futuro para las generaciones más jóvenes) y, por otro, el enfado por la corrupción y por la mala gestión de los asuntos públicos.
En cuanto a la fuerza de ánimo, la población gallega no alcanza el nivel de la media española, situándose el porcentaje en un 5,83, es decir 0,46 puntos menos que la media.
Atendiendo a otro de los conceptos contemplados, el nivel de alegría en Galicia es del 5,47 y el de tristeza del 5,66, el primero por debajo de la media, y el segundo, el de tristeza, por encima.
No obstante, la Comunidad gallega presenta un mejor indicador en calidad de vida que la estimación del país, puesto que la puntuación media a nivel nacional ha sido del 5,80, y la gallega del 5,96.
Las principales preocupaciones de los españoles, en general, son, según este sondeo, el paro; la crisis económica plasmada en el miedo por el empleo, la precariedad laboral, la pérdida de derechos sociales y el deterioro del sistema sanitario; la corrupción; y el bienestar de la familia y el futuro de los hijos.
De manera más concreta, en Andalucía lo más destacado es su mayor grado de incertidumbre, en Aragón hay menos irritación y ostenta esta Comunidad algo más de la puntuación media en calidad de vida, Asturias es ligeramente irritada y algo menos triste, en Canarias la mayor puntuación es en irritación, y en Cantabria pueden presumir de tener la media de tristeza más baja de España.
En Castilla La Mancha, la puntuación es algo superior a la media de tristeza y por debajo en alegría, en Castilla y León se da menos irritación y menor incertidumbre que la media nacional; en la Comunidad Valenciana, menor incertidumbre e irritación que la media nacional, y en Cataluña, menor fuerza de ánimo que la media global.
Madrid destaca por la incertidumbre y tristeza por encima de la media, en Murcia sobresale más incertidumbre e irritación que la media nacional, y en Navarra, mucha incertidumbre y algo menos de irritación que la media nacional.
Extremadura despunta por el menor nivel de irritación de toda España, las Islas Baleares por más fuerzas de ánimo y calidad que la media nacional, La Rioja se sitúa por encima de la media nacional en incertidumbre, irritación y calidad de vida, y en el País Vasco hay menos tristeza, más alegría y más calidad de vida que la media del país
