EDUCACIÓN

Un galpón como obstáculo para la beca de estudio

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photo_camera Fotografía facilitada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de la reunión del ministro Íñigo Méndez de Vigo (d) con el consejero de Cultura, Educación y Ordenación Universitaria de la Xunta de Galicia, Román Rodríguez. (EFE)

Un cambio en la normativa puede llegar a perjudicar a los estudiantes de familias ganaderas, ya que las naves o cobertizos pasarían ahora a computar como segunda vivienda. Educación estudia el caso

El ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, se ha comprometido hoy a impulsar que los estudiantes de familias ganaderas de Galicia no se vean perjudicados a la hora de solicitar una bolsa de apoyo al estudio.

Así se lo ha manifestado al conselleiro de Cultura, Educación y Ordenación Universitaria, Román Rodríguez, en una reunión mantenida esta mañana después de que la Xunta pidiese al Gobierno que las construcciones agrícolas como naves, cobertizos o galpones no computen como segunda vivienda a la hora de pedir una bolsa de apoyo al estudio, según recoge un comunicado remitido por el departamento autonómico.

Hasta el momento la vivienda habitual en el rural incluía en una sola referencia catastral los alpendres y otro tipo de construcciones agrícolas anexas, pero al amparo de los nuevos criterios de la Dirección General de Catastro, estas construcciones pasarán a tener referencias distintas, con la consecuencia de que se incrementarán los límites patrimoniales previstos en las becas del Ministerio.

Sin embargo, la vivienda habitual, tanto urbana como rural, se excluye de los cómputos a estos efectos.

De este modo un alpendre puede ser considerado como una nave industrial con un valor catastral similar al de una nave urbana, mientras que a los inmuebles urbanos se les aplica un criterio reductor para calcular el límite patrimonial, a los rurales no se les aplica reducción alguna.

Como consecuencia de esta situación se origina una sobrevaloración de los valores patrimoniales de las familias rurales, que imposibilitan el acceso la a las bolsas del Ministerio, lo que podría desembocar en un proceso en el que los jóvenes del rural pudiesen ver cercenada su posibilidad real de acceder a las ayudas ministeriales por la sobrevaloración de las construcciones agrícolas anexas, al ser equiparadas a las construidas en suelo urbano.

Un hecho que desde la Xunta quieren subsanar, y por ello han transmitido al Ejecutivo central la importancia de que los jóvenes de estas familias accedan en igualdad de oportunidades a los estudios superiores, teniendo en cuenta, además el gasto añadido que supone desplazarse desde el rural hasta las poblaciones en las que se encuentran los campus universitarios.

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