Los expertos aseguran que el uso de la genética será pronto práctica habitual en la salud pública

El genoma humano cumple 10 años de estudio y expectativas

Recreación del diseño del genoma humano divulgada en el año 2001.
La secuenciación del genoma humano y la posibilidad de descifrar el perfil genético de una persona, uno de los proyectos científicos internacionales más ambiciosos de la historia, cumple diez años sumergido en un torrente de expectativas que, lejos de haberse frustrado, comienzan a cumplirse.
Los expertos auguraron que conocer la secuencia completa del genoma permitiría mejorar muchas terapias, personalizarlas, y afrontar la lucha contra las enfermedades más graves con mayores dosis de eficacia y sobre todo con mayor seguridad, reduciendo los efectos más adversos de los tratamientos más tóxicos. Diez años después, esos expertos se muestran convencidos de que esa secuenciación ya marcó 'un antes y un después' en la medicina, pero también de que el manejo de la identidad genética de una persona formará parte pronto de la práctica cotidiana de los sistemas públicos de salud en los países desarrollados.

El director de Genoma España, Rafael Camacho, defiende ese 'antes y después' argumentando que se trata del proyecto de mayor relevancia en la historia de las ciencias biológicas, y subraya que lo fue por el volumen de recursos económicos que se desestimaron, por la implicación multinacional con la que nació y por la repercusión que tuvo.


OBJETIVOS CUMPLIDOS

El máximo responsable de Genoma España -una fundación pública estatal participada mayoritariamente por el Ministerio de Ciencia- se muestra convencido de que todos los objetivos del proyecto Genoma Humano, 'entre los que no estaba curar enfermedades, se cumplieron incluso antes de tiempo'.

'Todo el desarrollo de las ciencias de la vida tal y como ahora las conocemos bebe de las fuentes del Proyecto Genoma Humano y de la tecnología que se desarrolló gracias a él', asevera Rafael Camacho, y subraya además que numerosas empresas del sector sanitario, algunas radicadas en España, centran su negocio en la secuenciación y el diagnóstico con tecnologías basadas en esta técnica. Como cualquier avance científico, el conocimiento del genomaabrió un debate sobre los límites, no sólo legales, sino también éticos que no se debieran traspasar. Diego Gracia Guillén, catedrático de Historia de la Medicina y profesor de Bioética en la Universidad Complutense de Madrid, advierte además que las técnicas de biología molecular no son 'ni muy complicadas ni muy caras'. Entre las ventajas del desciframiento del código genético, cita un envejecimiento con más calidad de vida, pero advierte que no todas las enfermedades están codificadas en el genoma y por lo tanto no va a ser posible tratarlas mediante técnicas genéticas.

'El genoma no es la bolita de cristal que una vez analizado nos permita obtener la eterna juventud o la inmortalidad, advierte Diego Gracia, y explica que a lo largo de la historia siempre se registraron dos tipos de actitudes ante cualquier descubrimiento: la de quienes dicen que se están traspasando los límites de lo humano y querrían frenar esos avances, y, en el lado contrario, la de quienes quieren influir e'y manipularlo todo'. Advierte además, de la importancia de evitar obsesionarse relacionada con la biología molecular, 'la búsqueda obsesiva del bienestar es enfermiza y genera malestar'.

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