Gobierno Aragón indemniza con 80.800 euros a mujer por secuelas de operación

El Servicio Aragonés de Salud (SALUD) ha indemnizado con 80.800 euros a una mujer de 32 años por las secuelas sufridas tras una operación que se efectúo con retraso y en la que no fue monitorizada, y que la han dejado incapacitada para trabajar, con una depresión que necesita tratamiento psiquiátrico.

Así lo ha señalado hoy el letrado Ricardo Agóiz, de la asociación El Defensor del Paciente, quien ha explicado a Efe que su defendida había reclamado 450.000 euros por lo que ahora, una vez recibido una parte del dinero, recurrirán al Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) para que la cuantía indemnizatoria se eleve en consonancia con las lesiones que padece.

En la resolución administrativa emitida por el SALUD hace aproximadamente un mes se reconocen los hechos, que se estiman indemnizables con 80.800 euros, una cantidad que ya ha cobrado la paciente, quien ha agradecido el reconocimiento realizado por el Gobierno de Aragón respecto a los hechos que reclamaba.

Sin embargo, según su abogado, ha considerado que la cuantía es muy inferior a la que le correspondería, al padecer lesiones causadas por un retraso y falta de monitorización en una operación, para la que además no se le entregó el consentimiento informado.

Los hechos se remontan al año 2008 cuanto esta mujer, de 32 años y vecina de Zaragoza, fue operada en el Hospital Clínico de un posible tumor medular, que se le diagnosticó tras una resonancia en la zona inferior de la espalda.

Sin embargo, en un principio, y cuando acudió a Urgencias del Clínico en varias ocasiones, le habían hecho pruebas -resonancias y radiografías- sin hallar nada significativo pues se hacían en la parte superior del cuerpo.

Antes de comenzar la intervención, el médico le dijo a la paciente que en diez días se iría a casa y que no habría problemas en la misma, ha agregado Agóiz.

Pero al finalizar dicha operación, la pierna derecha estaba paralizada y también se evidenciaban problemas en la pierna izquierda, a lo que el doctor dijo que había ido mal y que no la habían monitorizado.

La paciente, posteriormente, comenzó una rehabilitación en el mismo centro sanitario, desde el que fue trasladada al Hospital Miguel Servet, a la Unidad de Lesionados Medulares, donde fue intervenida de nuevo.

En la actualidad, la afectada ha sido declarada en situación de incapacidad absoluta para todo tipo de trabajo, padece una depresión con tratamiento en psiquiatría, necesita el uso de dos muletas para caminar y tiene problemas sus relaciones sociales, además de la imposibilidad de ir a bailar o hacer deporte.

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