¿Qué hace un alce vivo colgando de unos cables del tendido eléctrico?

Una oveja hace rápel involuntariamente al engancharse su cuerno en un cable telefónico.
Imagina que eres cazador, especialista en cérvidos, y te dispones a iniciar una jornada cinegética en medio de la popular berrea de los alces americanos. Imagina que el silencio de las montañas de Alaska lo interrumpe el bramido de un bicho de más de 400 kilos. Imagina que alzas la mirada confuso y te encuentras al alce pataleando y berreando a más de 16 metros de altura, colgado de unos cables de media tensión. ¿Cómo llegó allí? ¿Por qué estaba vivo y no como un torrezno? Antes de seguir leyendo mira las fotos e intenta adivinar.
¿Un alud de nieve arrastró al cérvido para engancharle y terminar derritiéndose? ¿Algún loco desaprensivo y con la mejor grúa del condado subió el animal para llamar a maitines con su bramido? No… simplemente fue un sencillo accidente.

El 5 de octubre de 2004 varios trabajadores de la eléctrica de Fairbanks, en Alaska; se encontraban tendiendo una nueva y complicada línea para abastecer las necesidades de la mina de oro del condado. Una vez plantados todos los postes, los cables se desenrollan de sus bobinas sin tensión hasta completar las hiladas y en permanente contacto con el suelo. Cuando se termina el despliegue, unos kilómetros más arriba, los operarios tiran de la linea con unas potentes máquinas para izar los cables a su posición de catenaria. Es en ese momento cuando nuestro protagonista, que estaba pastando en alguno de los tramos, enredó su cornamenta en el cobre.

Los trabajadores no se dieron cuenta de la escena hasta que al tirar de los cables comprobaron un exceso de tensión que les hizo -antes de dar potencia a la línea- ir en busca del problema. Comprobaron la linea completa hasta dar con el cérvido, que estaba berreando y muy excitado a 16 metros del suelo. Hicieron las dos fotos y procedieron a ‘arriarle’. El problema surgió cuando, una vez en tierra, intentaron desenredar el cobre de su imponente cornamenta. La excitación del animal impedía cualquier acción y acercamiento. Tras varias horas de lucha infructuosa con un animal preso del pánico; consultaron con el departamento de Alaska de Caza y Pesca y procedieron a sacrificarlo. No entiendo por qué se obvió el uso de tranquilizantes. Quizás porque el alce acabaría en la carnicería del pueblo más cercano.

No es el único incidente con cérvidos instalados en postes de líneas eléctricas. En febrero de 2003 una llamada a la compañía de gas y electricidad de Baltimore de uno de sus abonados, alertó de la existencia de otro venado:

“Se me ha ido la luz [...] No olviden traer una gran grúa que soporte el peso de un venado cuando vengan a arreglarlo. Gracias”

Un operario atendió la solicitud y se desplazó al lugar del siniestro. Una recóndita carretera sin apenas tránsito ni movimiento en el condado de Wilkes, en Baltimore. Después de dar crédito a la versión de su abonado hizo las fotos y las llevó de vuelta a la compañía.

En este caso no hay una certeza absoluta que explique como llegó el ciervo hasta allí. Unos creen que fue golpeado -mientras saltaba- por un tren que corre a 25 metros paralelo a la línea eléctrica y le empujó brutalmente allá arriba. Otros piensan que fue elevado voluntariamente por varios hombres como prenda en algún ritual satánico, ya que el animal tiene seccionados -extrañamente- los cuartos traseros.

¿Te atreves tú a lanzar una hipótesis? Adelante. Pero no olvides que la realidad supera, con creces, a la imaginación más aventajada.

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