Hacer ejercicio y comer bien, receta ante la dolencia renal

Beber mucha agua es una de las recomendaciones para prevenir la enfermedad renal crónica.
photo_camera Beber mucha agua es una de las recomendaciones para prevenir la enfermedad renal crónica.
Esta enfermedad crónica aumenta el riesgo de envejecimiento, muerte prematura y diálisis.

La enfermedad renal crónica será la quinta causa de muerte en el mundo y la sexta en España en 2040, según ha puesto de manifiesto la Sociedad Española de Nefrología aludiendo a datos obtenidos en el estudio “Global Burden of Disease”. La enfermedad renal crónica es sinónimo de que los riñones están dañados y no producen klotho (una hormona antienvejecimiento) o no filtran la sangre como deberían, lo que aumenta notablemente el riesgo de envejecimiento acelerado, de muerte prematura y de tener que recurrir a la diálisis.

No obstante, según han advertido expertos reunidos en la jornada divulgativa “Cuidando la salud de tus riñones”, el “gran problema” es que no se presentan síntomas hasta que ya es demasiado tarde. De hecho, la Sociedad Europea de Cardiología ha indicado que todos los hombres mayores de 40 años y las mujeres de más de 50 años, o con menopausia, deberían saber si pierden albúmina en orina y conocer su tensión arterial y el porcentaje de función de sus riñones, algo que pueden hacer mediante un análisis de orina y otro de sangre, respectivamente.

“Además de los criterios de edad, toda persona con factores de riesgo de enfermedad de los riñones debería llevar un control riguroso”, ha apuntado el jefe del Servicio de Nefrología e Hipertensión de la Fundación Jiménez Díaz, Alberto Ortiz Arduan.

A pesar de que, con el paso de los años, tenga lugar una pérdida de la función renal, Ortiz ha comentado que existen pautas para conservar al “máximo” dicha función, más allá de la toma de fármacos, como evitar que suba la tensión arterial, limitar el consumo de sal y realizar 30-60 minutos de ejercicio al día; evitar el exceso de calorías, en especial las conocidas como calorías vacías, que son el azúcar y el alcohol; limitar los alimentos y bebidas ricos en fosfato, ya que sobrecargan al riñón; evitar las grandes cantidades de proteínas y evitar los tóxicos, como el tabaco y los antinflamatorios no esteroideos.

Además, el nefrólogo ha destacado que se han de evitar ciertas modas dañinas a nivel renal como las dietas `juicing`, los suplementos de gimnasio y el uso de diuréticos o laxantes para perder peso. Por el contrario, ha aconsejado la ingesta de alimentos frescos.

“Una norma fácil es comer de mercado, no de supermercado. Es decir, cocinar en casa evitando los alimentos procesados, es decir, evitando la sal, los fosfatos y las calorías ocultas. Es crucial promover la salud renal para evitar, en la medida de lo posible, el envejecimiento acelerado y la necesidad de diálisis”, ha detallado. Por eso, el principal reto es la concienciación de la población sobre la importancia de cuidar la salud renal y la prevención prestando atención a los hábitos de vida.

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