El director general de la Compañía de Radio y Televisón de Galicia (CRTVG), Alfonso Sánchez Izquierdo, acudió el pasado martes al Parlamento para explicar un presupuesto para 2014 de 99,4 millones de euros, un 4,24% menos que este año. 'Gastar 100 millones en un gabinete de prensa de Feijóo y del PP es demasiado caro', criticó la diputada socialista María Quintas.
La oposición había cargado contra la gestión de Sánchez Izquierdo por el tratamiento informativo en temas 'como el del extesorero del PP Luis Bárcenas y el narcotraficante Marcial Dorado, cuando la CRTVG 'ejerció de NODO'. También había apuntado por la vía de la pérdida de audiencia y de beneficios por publicidad (la Xunta aporta 90,32 millones, 7,5 se consiguen por publicidad y el millón y medio restante por ventas y convenios) o al incierto futuro laboral de la compañía...
Sánchez Izquierdo comenzó su respuesta con el presagio de que se iba a escapar de la comparecencia sin arrugas en el traje a pesar de su situación de interinidad en el cargo. '¿Qué será no futuro a CRTVG? Non podo pronunciarme. Sí me congratulo polo consenso por un sistema público de comunicación, sen o que non sería concebible Galicia. Non vou falar de credibilidade, manipulación?'. Responder al resto era de manual: el retroceso del mercado publicitario; a más presupuesto más audiencia, porque 'el problema de audiencia non está nos informativos...'. Comparecencia resuelta. Pero casi al mismo tiempo, el presidente valenciano Alberto Fabra decidía cerrar Canal 9. Por la mañana el Tribunal Superior había obligado al ente a readmitir a un millar de trabajadores. Las televisiones autonómicas y su coste volvieron al primer plano del debate, sobre todo porque se dirigen con criterios del partido que gobierna y no periodísticos, como denuncia el comité de empresa de la CRTVG, con 1.053 empleados. Galicia está pagando más de 90 millones por mantener un servicio público que se mueve bajo coordenadas políticas, lejos del espíritu con el que la creó Fernández Albor.
Los casi cien millones de euros que recibe de los presupuestos de la Xunta es una cantidad muy importante en época de estrecheces, sobre todo cuando se pone en la balanza con otras partidas. Construir el nuevo edificio de hospitalización de Ourense, por ejemplo, costaría 90 millones de euros, de los cuales 45 se los llevaría el edificio y el resto irían destinados a innovación tecnológica. El presupuesto de obras del nuevo hospital de Vigo es de 320 millones y está financiado por una UTE que encabeza Acciona. La Xunta tendrá que devolver ese dinero con intereses anualmente con un canon de 25 millones desde el año próximo. El presupuesto de la Diputación de Ourense, que presta servicios a 92 concellos, es de 74 millones. Si se toman en consideración partidas más pequeñas, pero muy mediáticas porque afectan directamente al ciudadano, el presupuesto de la CRTVG también parece desorbitado para unos medios públicos que 'no trabajan con independencia y relegan a grandes profesionales', según critica la oposición.
COMEDORES ESCOLARES
El Gobierno de Feijóo ha destinado 9,5 millones de euros a las ayudas para libros de texto y material escolar para los más desfavorecidos tras eliminar la gratuidad universal que implementó el bipartito. A la red de comedores escolares se destinará en 2014 unos 28,8 millones de euros y eso que Jesús Vázquez, conselleiro de Educación, ha retirado la gratuidad a 8.000 alumnos. En plena sangría del paro, la cantidad destinada por la Xunta para políticas de empleo es de 147, millones de euros; a las rentas de inserción social, comedores, banco de alimentos y albergues se destinan 79 millones y al investigación, desarrollo e innovación (I+D+i), una apuesta de futuro, 47,9 millones, la mitad que a la CRTVG.
En la provincia de Ourense están pendientes de construcción tres centros de salud, dos en la ciudad (O Couto y O Vinteún) y otro en Barbadás (A Valenzá). El de O Vinteún, pese a tener urbanizado el solar, ha sido aplazado sin fecha. Los otros dos tienen un coste total de 6 millones de euros y también están siendo postergados. La Xunta ha tardado, por poner otro caso, cinco años en activar la restauración de la Catedral de Ourense, en pésimo estado por la humedad, y la inversión ya comprometida por el bipartito, es de 300.000 euros. Sánchez Izquierdo apeló al consenso con los medios públicos, otra cosa es a qué precio.
Sánchez Izquierdo comenzó su respuesta con el presagio de que se iba a escapar de la comparecencia sin arrugas en el traje a pesar de su situación de interinidad en el cargo. '¿Qué será no futuro a CRTVG? Non podo pronunciarme. Sí me congratulo polo consenso por un sistema público de comunicación, sen o que non sería concebible Galicia. Non vou falar de credibilidade, manipulación?'. Responder al resto era de manual: el retroceso del mercado publicitario; a más presupuesto más audiencia, porque 'el problema de audiencia non está nos informativos...'. Comparecencia resuelta. Pero casi al mismo tiempo, el presidente valenciano Alberto Fabra decidía cerrar Canal 9. Por la mañana el Tribunal Superior había obligado al ente a readmitir a un millar de trabajadores. Las televisiones autonómicas y su coste volvieron al primer plano del debate, sobre todo porque se dirigen con criterios del partido que gobierna y no periodísticos, como denuncia el comité de empresa de la CRTVG, con 1.053 empleados. Galicia está pagando más de 90 millones por mantener un servicio público que se mueve bajo coordenadas políticas, lejos del espíritu con el que la creó Fernández Albor.
Los casi cien millones de euros que recibe de los presupuestos de la Xunta es una cantidad muy importante en época de estrecheces, sobre todo cuando se pone en la balanza con otras partidas. Construir el nuevo edificio de hospitalización de Ourense, por ejemplo, costaría 90 millones de euros, de los cuales 45 se los llevaría el edificio y el resto irían destinados a innovación tecnológica. El presupuesto de obras del nuevo hospital de Vigo es de 320 millones y está financiado por una UTE que encabeza Acciona. La Xunta tendrá que devolver ese dinero con intereses anualmente con un canon de 25 millones desde el año próximo. El presupuesto de la Diputación de Ourense, que presta servicios a 92 concellos, es de 74 millones. Si se toman en consideración partidas más pequeñas, pero muy mediáticas porque afectan directamente al ciudadano, el presupuesto de la CRTVG también parece desorbitado para unos medios públicos que 'no trabajan con independencia y relegan a grandes profesionales', según critica la oposición.
COMEDORES ESCOLARES
El Gobierno de Feijóo ha destinado 9,5 millones de euros a las ayudas para libros de texto y material escolar para los más desfavorecidos tras eliminar la gratuidad universal que implementó el bipartito. A la red de comedores escolares se destinará en 2014 unos 28,8 millones de euros y eso que Jesús Vázquez, conselleiro de Educación, ha retirado la gratuidad a 8.000 alumnos. En plena sangría del paro, la cantidad destinada por la Xunta para políticas de empleo es de 147, millones de euros; a las rentas de inserción social, comedores, banco de alimentos y albergues se destinan 79 millones y al investigación, desarrollo e innovación (I+D+i), una apuesta de futuro, 47,9 millones, la mitad que a la CRTVG.
En la provincia de Ourense están pendientes de construcción tres centros de salud, dos en la ciudad (O Couto y O Vinteún) y otro en Barbadás (A Valenzá). El de O Vinteún, pese a tener urbanizado el solar, ha sido aplazado sin fecha. Los otros dos tienen un coste total de 6 millones de euros y también están siendo postergados. La Xunta ha tardado, por poner otro caso, cinco años en activar la restauración de la Catedral de Ourense, en pésimo estado por la humedad, y la inversión ya comprometida por el bipartito, es de 300.000 euros. Sánchez Izquierdo apeló al consenso con los medios públicos, otra cosa es a qué precio.
