SOCIEDAD

La incidencia de las alergias se adelanta a las previsiones

<p></p>
photo_camera Una joven sufre los efectos de una alergia por la polinización de las plantas.

La ausencia de lluvias y el aumento de temperaturas precipitan la prolifercaión de polen en el ambiente

Las altas temperaturas experimentadas durante los meses de diciembre y enero hicieron que se adelante la polinización de las cupresáceas,cipreses y arizónicas, provocando síntomas de alergia hasta un mes antes de la fecha habitual.

Según explicó el doctor Ángel del Moral, coordinador del Comité de Alergología de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic), la alergia a cipreses y arizónicas, que habitualmente comienza a mediados de febrero y principios de marzo, se adelantó en España de media entre 20 días y un mes.

Fue, no obstante, una alergia menos agresiva de lo habitual, también como consecuencia de la climatología. En este caso, de la ausencia de lluvias durante el otoño, época en la que sólo se registraron un 15% de las precipitaciones habituales. "Hay pólenes que dan problemas alérgicos durante todo el año y no son exclusivos de la primavera y el verano", señaló este experto.

En este grupo se encuentran las cupresáceas, a las que pertenecen los cipreses, cuya época de polinización suele ser mediados de febrero y marzo. "Este año, debido a las temperaturas que hemos padecido al final del otoño y el invierno, se han adelantado".

Durante el mes de diciembre la temperatura subió 2 grados por encima de la media habitual de los últimos 30 años (meses de diciembre) y llegó a ser de 10 grados, mientras que el mes de enero subió 2,3 grados hasta los 9,5. "Las plantas se creen que ha llegado el buen tiempo y empieza la floración antes", como los almendros, que se adelantaron entre 20 días y un mes con respecto a otros años. Cuando empieza la floración de estas plantas es cuando suelen comenzar los problemas de alergia.

La lluvia, efecto positivo

En cuanto a la intensidad de los síntomas, Del Moral señaló que, al haber menos lluvias, las plantas se desarrollan menos y los niveles de polen no fueron más altos que los de otros años.

La lluvia tiene dos efectos sobre las plantas; las ayuda a crecer y cuando crecieron y van a empezar a producir polen, la lluvia tiene efectos beneficiosos para los alérgicos, porque moja el polen y, al pesar más, éste cae al suelo "y no da tantos problemas". Los síntomas de esta alergia son también menos agresivos que los que se experimentan durante la primavera.

Según el doctor José Antonio Quintano Jiménez, coordinador del Grupo de Respiratorio de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) se limitan, normalmente, a rinitis y conjuntivitis y es difícil encontrar cuadros asmáticos importantes.

Quintano explicó que a partir de este mes de marzo, cuando empieza a florecer el plátano de sombra, sí cabe esperar reacciones más acusadas.

La contaminación también ejerce su influencia en la alergia al polen. El cambio climático provoca un aumento de las temperaturas y modifica los niveles de pólenes. "Las plantas se encuentran en un ambiente hostil y, como consecuencia, producen una serie de modificaciones que hace que los pólenes cambien su composición", indicó Del Moral.

En este sentido, relató que según varios estudios, los "pólenes de ciudad" tienen unas proteínas que no existen en otros pólenes de la misma planta en zonas con menos contaminación. "Esto explica por qué son más frecuentes las alergias en las ciudades a pesar de que hay menos pólenes, que en el campo que hay más pólenes, pero menos agresivos", subrayó el experto.

Te puede interesar