Kansas, una leyenda viva que se reinventa

Este próximo 26 de junio se pone a la venta en todo el mundo a través del sello Inside Out Music ‘The Absence Of Presence’, el nuevo disco de estudio de una formación cuya historia, trayectoria y legado son todo un patrimonio de la historia del rock, más específicamente de la historia del rock norteamericano: Kansas. Kansas, que justamente este año cumplen su medio siglo de vida, - se formaron en Topeka, Kansas, a comienzos de 1970- es un grupo que pertenece, al igual que Styx, Yezda Urfa o en cierto modo los primeros Journey, a un género al que críticos y periodistas musicales han prestado poca o ninguna atención y en el que se han desarrollado bandas de altura y calidad musical absoluta, tal cual es el rock sinfónico-progresivo de los años 70 en América. Cuando hablamos de rock sinfónico o rock progresivo circunscrito a ese periodo histórico antedicho, las referencias son claras: Pink Floyd, The Moddy Blues, Genesis, Yes, Jethro Tull, el llamado “Sonido Canterbury” representado por grupos como Caravan o Hatfield &amp; The North, todas ellas bandas británicas, pero apenas se habla de grupos como Styx o Kansas, quizá porque en el caso de estos últimos, su popularidad a nivel masivo llegó de la mano de composiciones que ya se movían en cánones musicales mucho más standard, claramente dirigidas al AOR y a las emisoras de radio. ‘Point Of Know Return’, su multimillonario álbum de 1977, cuyo tema título es una magnífica canción, clásico del rock melódico al mismo nivel de “More Than A Feeling” de Boston o “Takin´ In To The Streets” de los Doobie Brothers, contenía además la canción que convirtió a Kansas en un grupo millonario a nivel mundial, España incluida, la tierna y romántica balada “Dust In The Wind”, que sonó hasta la saciedad en las radios de todo el mundo entre finales de 1977 y los primeros meses de 1978. Si me lo permiten, déjenme hacerles una confesión, ahora que aquí, en “Papeles de Rock”, estamos entre amigos y creo que nos podemos permitir ciertas confidencias. La hago porque aunque ahora no se atrevan a reconocerlo, seguro que les pasado también a ustedes. Sí, si, no pongan esa cara, que todos nos conocemos… A comienzos de los 80 en Madrid, había en el barrio de Argüelles una discoteca llamada “Osiris”, de las pocas que había en aquella época en la capital a excepción de la discoteca club Argentina y más tarde, Canciller, que solo ponía rock y heavy metal. Allí, los viernes, nada mas salir de clase, dejar los libros en casa y enfundarnos nuestra camiseta heavy más molona y nuestros elásticos pitillo, nos reuníamos la fauna heavy adolescente de Madrid para bailar y hacer “air guitar” durante horas con Judas Priest, Iron Maiden, Saxon o Motörhead a todo volumen… pero siempre había una media hora o cuarenta minutos en que se bajaba el ritmo y el DJ de Osiris ponía lo que llamábamos en esa época, “música de arrimar cebolleta” (entiéndase la época y el contexto, por favor), es decir, baladas para bailar lento con alguna chica tipo “Hotel California” de los Eagles, “Angie” de los Rolling Stones, “You´re In My Heart” de Rod Stewart… y por supuesto, “Dust In The Wind” de Kansas. Recuerdo perfectamente que uno de mis primeros besos a tornillo con una chica en Madrid fue en la pista del Osiris a luz baja con el “Dust In The Wind” de fondo. Pero “Dust In The Wind” no es representativa de los auténticos Kansas, de los Kansas más progresivos, de discos como ‘Song For América’ de 1974, o ‘Masque’ de 1975, en el que dentro de ese estilo sinfónico-progresivo hacían temas extensos, con largos desarrollos orquestales, transiciones instrumentales, ejercicios de auténtica destreza compositiva e instrumental, pero que al no tener éxito en su momento, su valía y su calidad musical solo ha sido reconocida a posteriori. En este magnífico nuevo disco, Kansas vuelven a esos fundamentos enraizados en el rock sinfónico y progresivo de sus comienzos, tal y como se puede escuchar en los adelantos que han puesto en circulación, como "Memories Down The Line", "Throwing Mountains" o el más reciente "Jets Overhead", último corte que se puede escuchar en plataformas de streaming musical. Billboard.com, la página web de la conocida y prestigiosa publicación estadounidense anunció por primera vez la salida del nuevo álbum durante una entrevista exclusiva con el batería de Kansas y el coproductor de ‘The Absence Of Presence’, Phil Ehart. ‘The Absence Of Presence" sigue a ‘The Prelude Implicit’ de 2016, que debutó en el número 14 en la lista de los 200 mejores álbumes de Billboard. "Estamos muy emocionados por el hecho de que nuestros fans puedan tener una idea a través de estos adelantos que colgamos en plataformas de lo que vendrá con respecto a 'The Absence Of Presence'”, dice Platt. "Creo que la gente realmente se sorprenderá con el álbum. 'The Absence Of Presence' muestra a la banda disparando a toda potencia". En este mismo sentido se pronuncia el guitarrista, productor y compositor de Kansas, Zak Rizvi. "Hacer un nuevo álbum de Kansas establece un estándar musical muy alto, y no podemos ignorar eso. Desde hard rock, hasta piezas épicas progresivas y baladas, hay algo en esta grabación para todos. Estamos muy orgullosos de este disco, lo digo con toda sinceridad”. ‘The Absence Of Presence’ presenta nueve canciones completamente nuevas escritas por la banda, producidas por Zak Rizvi y coproducidas por Phil Ehart y Richard Williams. Habiéndolo escuchado, puedo decir que el sonido característico de Kansas es inconfundible en todo momento. El álbum muestra la voz imponente de Ronnie Platt, el maravilloso violín de David Ragsdale, los deslumbrantes teclados de Tom Brislin, los riffs de guitarra electrizantes de Williams y Rizvi, el potente impulso de la batería de Ehart y el bajo sugerente y penetrante de Billy Greer. El disco estará disponible en CD, vinilo LP doble de 180 gramos, CD de lujo de edición limitada, CD + 5.1 Blu-ray artbook y digitalmente estará en iTunes, Google Play, Spotify, Apple Music, Amazon Music y todos los demás servicios de streaming. No pierdan la oportunidad de disfrutar de este excelente álbum. Como siempre digo, apuesto a que me lo van a agradecer.