La camelia común, camelio común, rosa del Japón o simplemente camelio, es un arbusto o pequeño árbol perennifolio, conocido científicamente con el nombre de Camellia japonica, originario de las zonas tropicales de Asia, concretamente de Japón, Corea y China, que forma parte de la familia de las Theáceas. Hay referencias históricas de su existencia en la antigua cultura oriental que datan del 2700 a. C. Su nombre genérico deriva del botánico y misionero jesuita del siglo XVII, Georg Joseph Kamel, natural de Brno, Moravia, que fue el primero que importó la planta a Europa; su nombre específico hace referencia a su origen.
Pueden llegar a alcanzar los 15 o más metros de altura. Su corteza es lisa y de color gris. Es muy ramificada. Sus hojas con un pequeño peciolo, son lúcidas y coriáceas, de color verde oscuro en la parte superior y más pálido en la inferior. Son de forma elíptico-lanceoladas, con borde aserrado y acabadas en punta. Los camelios comienzan a mostrar sus bellas y llamativas flores solitarias, simples o dobles, de diferentes tamaños y formas, a finales del otoño o principios del invierno, dando una nota de color y alegría al paisaje de esta época del año. No obstante, a pesar de su hermosura y elegancia, en general carecen de fragancia, aunque existen algunos ejemplares híbridos que desprenden un agradable y discreto aroma. La flor dura muy poco. El fruto es una cápsula globosa en cuyo interior se encuentran las semillas de color marrón oscuro y aplanadas. De este género se han clasificado, a nivel mundial, miles de variedades de diversas tonalidades, desde las de color blanco al rojo, pasando por el rosa, a veces jaspeadas. Su número va en aumento con la aparición de otros nuevos híbridos. Uno de los paraísos de la camelia es Galicia especialmente en la Rías Baixas y, también, el norte de Italia, sobre todo en la zona del Lago Mayor, donde, por el clima húmedo y templado, su cultivo tiene una gran tradición. Forman parte del paisaje gallego y no hay huerta, parque o espacio urbano de recreación sin su presencia. El periodista, poeta y dramaturgo, Álvaro Cunqueiro afirmaba que las camelias eran como luces en el invierno gallego. Ya Camilo José Cela dijo que era “la flor insignia de Galicia”. Aquí, además de la Camelia japonica, que es la más popular de todas las camelias, existen entre otras muchas especies cultivadas, aunque en menor número, de la Camelia sasanqua, de la Camelia cuspidata, de la Camelia saluenensis y de la Camelia reticulata, destacando, de ésta última, el ejemplar que se encuentra en el Pazo de Oca, en la provincia de Pontevedra. El ejemplar de Camelia japonica más alto del mundo está en el Pazo de Lourizán, en Pontevedra, con 20,5 metros.
Por su vistosidad la camelia es muy utilizada con fines ornamentales en jardinería. Las exposiciones anuales de los más exóticos ejemplares de estas flores, que se organizan en diversas ciudades de nuestro Finisterrae europeo, merecen todo el interés por parte del botánico profesional o el aficionado. Concretamente, desde 1965 se celebra el Concurso Exposición Internacional de la Camelia, certamen que de forma continuada ha rotado cada año entre las tres ciudades más importantes de la provincia: Pontevedra, Vigo y Vilagarcía de Arousa.
Es también interesante saber que los japoneses extraen de sus semillas, por prensado, un aceite usado como tinte para el cabello. La mejor época del año y más adecuada para recoger las semillas es el otoño. También es utilizado en cosmética, ya que tiene importantes aplicaciones en el cuidado de la piel y de las uñas, dadas sus propiedades hidratantes y de anti envejecimiento. Además, es un eficaz cicatrizante y antibacteriano. Excelente para tratar el acné.
La camelia es símbolo del romanticismo y de la estima, la admiración, la belleza, el amor y la seducción. Su característica es que al marchitarse la flor no va perdiendo los pétalos separadamente, sino que se desprende completamente de la planta. Esta característica simboliza a quienes son firmes ante los avatares de la vida y saben afrontar con decisión las dificultades. La familia de las camelias incluye la planta productora del té, denominada Camelia sinensis.
Como curiosidad, apuntar que Katherine W. Sheppart luchó en Nueva Zelanda, a finales del siglo XIX, por los derechos de la mujer. Sus partidarios llevaron una camelia blanca en el ojal. Tanto Ella como las camelias están representadas en el billete de 10 dólares neozelandés.