Mato dice que los informes sobre la píldora no son concluyentes ni coinciden

La ministra de Sanidad, Ana Mato, ha informado hoy de que los tres informes médicos que solicitó para determinar si la píldora del día después debería volver a someterse a prescripción médica, en lugar de dispensarse sin receta en las farmacias, 'no son concluyentes ni coincidentes'.

En su primera comparecencia en la Comisión de Sanidad del Senado, la ministra se ha comprometido a no adoptar esta decisión por cuestiones 'ideológicas' sino 'exclusivamente médicas y científicas'.

Mato ha anunciado que iba a constituir inmediatamente el Consejo Asesor de Sanidad para que, ante estos informes, adoptara un criterio definitivo sobre si los 'efectos secundarios' de este anticonceptivo aconsejan exigir receta médica, en lugar de venderse libremente en las boticas, como se hace actualmente.

En cualquier caso, ha confesado que en estos momentos tenía 'la tranquilidad' de que el farmacéutico se encarga de informar a las usuarias de 'los efectos secundarios que tiene, porque es una píldora que puede perjudicar a su salud', ha opinado.

Ha recordado que había solicitado los estudios a la Sociedad Española de Ginecología, a la Organización Médica Colegial y a la Agencia Española del Medicamento para determinar si la venta directa en las farmacias de este método de emergencia podía ser perjudicial para la salud de las mujeres, especialmente, de las menores.

Pese a las divergencias de criterio de estas organizaciones, ha dicho que dos de ellas coinciden en que 'no hay tampoco estudios que puedan decir cuál será la evolución ni cómo afectará' a las menores que la consuman a largo plazo.

No obstante, ha suscrito que el 'dato concreto' del que disponía es que requiere prescripción para menores en países como Reino Unido, Finlandia, República Checa, Dinamarca, Croacia, Polonia, Hungría, Italia, Alemania y Grecia y dispensación libre en el resto de las edades.

Mato ha hecho hincapié en que esta decisión 'nunca será tomada por cuestiones ideológicas', porque 'en temas del medicamento y éste lo es, hay que tomarla por cuestiones científicas y médicas'.

Tras anunciar que en los próximos días trasladará los resultados al Consejo Asesor de Sanidad, ha dicho que 'probablemente' lo que resuelva este órgano consultivo será lo que determine el Gobierno.

En su intervención, se ha defendido de las críticas de algunos senadores, especialmente del socialista Roberto Lertxundi, sobre los supuestos retrocesos que el Gobierno promueve en materia sexual.

'No creo que ustedes se puedan molestar conmigo porque simplemente haya dicho que iba a enterarme' sobre cuáles son los riesgos de la píldora tras 'un par de años' de venta libre, ha expuesto.

Ha argumentado que 'primero había que prescribirla' y luego se decidió que no, y ambas veces esta decisión se adoptó a instancias de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios.

'Ahora se prescribe de manera informada y cuando la mujer se toma la pastilla el farmacéutico le dice 'que sepa usted que esto tiene este peligro y no tiene que leerlo en un folleto, sino que se lo explican con detenimiento y me parece bien'', ha relatado la ministra ante los parlamentarios.

Mato ha afirmado que le preocupaba especialmente la protección de los menores porque hay que 'preservarlos al cien por cien'. En esta línea se ha referido a la modificación de la Ley del Aborto sobre la necesidad de que los padres estén informados si una hija menor de edad quiere interrumpir su embarazo.

'Me preocupa mucho que una niña de 16 años pueda abortar sin que yo lo sepa, fundamentalmente por el apoyo que le puedo prestar', ha argüido poniéndose ella misma en el papel de una madre.

Ha insistido en que el aborto es 'un drama' y en que 'a ninguna mujer le gusta' y por eso ha expresado su disposición de 'buscar fórmulas' para que ninguna embarazada 'deje de tener un niño' por problemas económicos, sociales o laborales.

En cuanto al copago sanitario, la titular de Sanidad ha recurrido a múltiples declaraciones de dirigentes sociales, entre ellas de las exministras de Sanidad Trinidad Jiménez y Leire Pajín, en las que se planteaban esta posibilidad.

'Yo no voy a llegar a tanto', ha esgrimido, para comprometerse a que cualquier paso que se dé para garantizar la sostenibilidad de la Sanidad se hará en el marco de un pacto de Estado y siempre con el objetivo de que siga siendo 'universal, pública, gratuita y de excelencia'.

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