Ayuda humanitaria

Médicos sin Fronteras llama a no criminalizar la solidaridad

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photo_camera El presidente de Médicos sin Fronteras en España, David Noguera. (Foto: Toni Albir)
La ONG muestra su preocupación por "el clima de politización" que afecta a la ayuda humanitaria

El presidente de Médicos sin Fronteras (MsF) en España, David Noguera, denuncia un aumento en los últimos años de la "criminalización de la solidaridad" y la "politización de la acción humanitaria" que, en su opinión, está empezando a arraigar en una sociedad que parece tender a deshumanizarse.

Noguera afirma que muchos gobiernos "no tienen reparos en señalar a las ONG como actores cómplices o culparlas de cobrar por rescatar, algo frecuente en zonas en conflicto, pero que ahora estamos viendo en Europa con discursos como el de (Mateo) Salvini".

El presidente de MsF en España asegura que se trata de un fenómeno que comenzó hace unos 5 años y que, desde entonces, "se normalizó, con situaciones y discursos que antes eran inconcebibles, algo que nos tiene que preocupar como sociedad".

"Si nos hubiesen dicho hace 5 años que 20.000 personas morirían en el Mediterráneo, o que en EEUU separarían a padres de sus hijos al cruzar la frontera, no lo hubiésemos creído nunca, pero ahora se ha normalizado de una forma pasmosa, sin apenas resistencia, como si fuera una cosa normal", subraya.

Según Noguera, los discursos racistas empiezan a estar implementados en muchos sectores sociales, por lo que anima a "ser mucho más contundentes como sociedad y crear un consenso entre todos de que ayudar e integrar a los inmigrantes es algo fundamental". "Es increíble cuando ves comentarios en Twitter o en periódicos digitales sobre dejar morir a la gente en el mar, o sobre devolverlos a Libia, donde todo el mundo sabe que es un pozo de sufrimiento", pone como ejemplo.


Labor independiente


Destaca que MsF es una organización que trabaja con unos principios de independencia, donde el 99% de los fondos provienen de sus socios y asegura que nunca antes se habían atacado tanto a las ONG o a hospitales, con Siria como paradigma, pese a ser considerado un crimen de guerra. "Si somos señalados como parte del conflicto, la consecuencia es que haya gente que se sienta legitimada para atacarnos y que nos tengamos que retirar de la zona", añade.

Para Noguera, las discusiones "ya están resueltas y se llaman Derechos Humanos", y por eso jamás se sentará a discutir "si hay que rescatar o no, si hay que dar de comer a un malnutrido de República Centroafricana, o si hay que tratar a un herido de guerra de Yemen".

Respecto a los conflictos, indica que hoy en día hay más de 70 millones de refugiados en el mundo, una cifra superior a la de la segunda Guerra Mundial, y señala como principales causas del aumento de los conflictos la cronificación de éstos, la incapacidad de la comunidad internacional de resolverlos y el cambio climático.

"El cambio climático es un elemento transversal que está teniendo un impacto en zonas vulnerables al generar más violencia por los recursos, y al obligar a migrar a personas que ya no pueden subsistir donde residían por las condiciones climáticas", augura.

La organización médica y humanitaria trabaja en países en situaciones de conflicto y cuenta con más de 7.500 trabajadores y más de medio millón de socios en España.n

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