La primera noche del Saloufest se saldó sin incidentes ni denuncias vecinales por el comportamiento de los 5.000 universitarios británicos que componen el primero de los dos turnos previstos y que llegaron el domingo a esta localidad de la Costa Dorada. Los jóvenes, estudiantes de universidades de Inglaterra, Escocia e Irlanda del Norte, llegaron en 90 autocares, tras casi un día de viaje por carretera, y procedieron a alojarse en hoteles y aparthoteles hasta el próximo día 15, cuando dejarán paso al segundo convoy, de unos 2.500 universitarios, que estarán en esta localidad del 16 al 21 de abril.
'No hubo ninguna molestia ni denuncia por alterar el orden público y solamente las ambulancias tuvieron que atender a cuatro jóvenes, de 5.000, por borracheras', informaron fuentes municipales, al respecto de la ausencia de incidentes. Durante la noche, solamente se pudieron escuchar algunos cánticos por la calle pero, en general, su comportamiento fue correcto, no en vano fueron aleccionados para que no se repitan los desmanes del año pasado, cuando hubo una denuncia por violación que la justicia deberá determinar, según explicó la responsable de Saloufest en Salou, Doreen Straatman. A su juicio, se trató de un caso 'puntual' y este año, además, los estudiantes recibieron información de que no pueden beber en la calle, deben ir correctamente vestidos, mostrar respeto y no molestar a los vecinos.
'Somos un país de exploradores, de viajeros y de campeones deportivos, no de gamberros borrachos', reza uno de los folletos que se les entregó. A ello se unió una campaña, 'Máxima diversión, mínima molestia', de los establecimientos de la localidad y el consistorio, que empapeló la población con carteles en catalán, castellano e inglés en los que se les aconseja que vivan la fiesta con respeto, bailen con control, beban con responsabilidad y flirteen con cuidado.
'Somos un país de exploradores, de viajeros y de campeones deportivos, no de gamberros borrachos', reza uno de los folletos que se les entregó. A ello se unió una campaña, 'Máxima diversión, mínima molestia', de los establecimientos de la localidad y el consistorio, que empapeló la población con carteles en catalán, castellano e inglés en los que se les aconseja que vivan la fiesta con respeto, bailen con control, beban con responsabilidad y flirteen con cuidado.
