Oncólogos de A Coruña investigan los restos genéticos e que se perciben en los tumores

Un equipo de investigadores del Hospital Clínico Universitario de A Coruña estudia cuáles de los restos de material genético son los que se perciben en los tumores y cómo se va a comportar la enfermedad, teniendo en cuenta el tipo y la cantidad de ellos.
Actualmente los cánceres de mama, pulmón y colon acaparan el mayor número de casos oncológicos, un 75 por ciento, una razón que ha llevado a que sean también los tres que más se investigan, especialmente en la nueva apuesta en la lucha antitumoral, el estudio de las células madre o troncales.

Aunque es ‘una lucha antidiluviana’, hay pruebas y conocimiento suficiente para pensar que en cinco años ‘habrá fármacos específicos para el cáncer’, indica Luis Antón Aparicio, director del grupo de investigación oncológica del Hospital Clínico Universitario de A Coruña, que la próxima semana organiza un encuentro internacional bajo el título ‘Entendiendo las células troncales en el cáncer’.

En una entrevista con Efe, Aparicio explicó que en este momento una de las primeras cuestiones por resolver en la lucha contra el cáncer es demostrar que el proceso de formación de tumores se debe a un fallo en la función de las denominadas células troncales.

Un segundo paso, indica, será identificar vías que puedan bloquearse y parar así las células madre malignas, un aspecto que interesa a laboratorios médicos y mucho a las farmacéuticas, apuntó, porque es ahí donde entran los tratamientos.

Ahora mismo ya existen avances importantes en la identificación de las células madre tumorales, posibles de identificar gracias a los marcadores, que en ocasiones requieren el complemento de técnicas especiales para saber donde se encuentran esas células, ya que a veces aparecen ‘en lugares que despistan’ y complican el saber exactamente de qué tipo de tumor se trata, añade Aparicio.

También los bloqueantes son un importante avance, ya que se ha conseguido identificar moléculas que bloquean la multiplicación de las células malignas y eso ha dado resultados positivos en algunos tipos de cáncer como el de mama.

De todos modos, aún teniendo todos estos conocimientos en la mano, la solución seguiría estando a expensas de muchos otros aspectos, ya que los factores externos influyen y además siempre está la huella genética, que lleva a que los genes supresores, los encargados de guardar el genoma, respondan con eficacia y eviten la aparición de cancerosos o no.

A estos genes se unen los denominados reparadores, que son aquellos que permiten la regeneración o repoblación fisiológica.

En estos momentos, uno de los problemas más importantes es que ‘matamos con veneno, con fuego o con un cuchillo lo que está en una etapa final, por eso debemos buscar la consecución de una analítica que detecte tumores’, afirma Aparicio, de ese modo podríamos detectarlos en estadíos más tempranos donde es más posible reaccionar.

Quizás eso sea posible en el futuro con todas las investigaciones que se están llevando a cabo sobre las Micro RNA, fragmentos de tamaño minúsculo que se encuentran en el genoma humano, hasta ahora poco valorados, pero que, actualmente, ya se sabe que son reguladores.

Una de las investigaciones punteras en esta ámbito está desarrollada por el grupo de investigación del hospital coruñés, en el que Manuel Valladares y su equipo tratan de encontrar cuáles de estos restos de material genético son los que se perciben en los tumores y cómo se va a comportar la enfermedad, teniendo en cuenta el tipo y la cantidad de ellos que sea.

Consiguiendo este objetivo sería posible obtener mejores armas de tratamiento y diagnóstico, coordinarlos y usarlos en el momento adecuado, en definitiva, explica Valladares, ‘no sólo conoceríamos el Talón de Aquiles de la enfermedad, sino el de un fármaco que combata dicho Talón de Aquiles y permita al paciente que viva más y mejor’.

Te puede interesar