A

Portugal y España tributan un emocionado adiós a Saramago

El féretro con los restos mortales de Saramago, a su llegada al cementerio del Alto de San Juan. (Foto: Andre Kosters)
Los gobiernos de Portugal y España, junto a muchos amigos e intelectuales, dieron ayer un emocionado adiós a José Saramago, cuyos restos fueron incineraron mientras su esposa, Pilar del Río, pedía que sólo lloren quienes no le conocieron. El primer ministro luso, José Sócrates, y la vicepresidenta española, María Teresa Fernández de la Vega, encabezaron el nutrido grupo de autoridades presentes en las honras fúnebres.
Ante el ataúd del Nobel, que vio desfilar a miles de personas desde que el sábado fuera abierta la capilla ardiente en el Ayuntamiento de Lisboa -por primer vez-, el alcalde de y gran admirador del escritor, Antonio Costa, pronunció un sentido 'obrigado José Saramago' para agradecer su huella humana y literaria. Para Fernández de la Vega, que tomó también la palabra en, el escritor supo 'hacer sonar las cuerdas del alma'. Y las páginas de ilusiones, sueños y compromisos que desgranó forman parte de los tesoros de una cultura universal, que queda huérfana de su voz 'muy humana y muy digna'.

Mientras cientos de personas seguían la ceremonia por una pantalla de televisión instalada en la fachada del Ayuntamiento, el ensayista Carlos Reis, el secretario general del Partido Comunista Portugués, Jerónimo de Sousa, y la ministra lusa de Cultura, Gabriela Canavilhas, evocaron también al 'maestro y amigo Saramago'.


'Donde estén tus ojos'

Su mujer, Pilar del Río, la hija y los nietos del escritor, asistían emocionados al acto, que concluyó con la interpretación de una pieza de Bach al violonchelo. La interpretó la concertista Irene Lima, vestida con el traje rojo que llevó Pilar del Río cuando Saramago recibió el Nobel y en el que él mismo escribió a mano esta frase: 'quiero estar dónde esté mi sombra si es ahí donde estarán tus ojos'.

Al término de la ceremonia, los asistentes, entre ellos numerosos intelectuales y amigos del escritor, expresaron sus condolencias a la familia y Pilar del Río salió al balcón del Ayuntamiento para dar un saludo agradecido a los muchos lisboetas que acudieron a la Cámara Municipal. Jerónimo de Sousa, en nombre del Partido Comunista en el que militó Saramago hasta su muerte, expresó el luto de 'todo el pueblo al que amó y fue fiel' y subrayó que el Nobel no se limitó a narrar y participó activamente en muchas de las causas que defendió.

La ministra Canavilhas resaltó, como los otros oradores, la fuerza que aportó Pilar del Río a la vida y la obra de un autor con una destacada colaboración a la 'afirmación y difusión de la lengua y la literatura portuguesa y lusófona'. 'Era un hombre sencillo y valeroso del que se enorgullece Portugal', afirmó la titular lusa de Cultura, que recordó también el compromiso político de Saramago y su 'comunismo hormonal'.

El alcalde Costa anunció en su intervención que las cenizas de Saramago reposarán en Lisboa, la ciudad donde trabajó y escribió, en la que presidió su Asamblea Municipal y dónde reside la Fundación que lleva su nombre. Fuentes de la familia del Nobel dijeron que todavía no se ha decidido el lugar exacto donde se depositarán las cenizas en la capital lusa, que según destacó el alcalde no sólo fue escenario de muchas de sus obras sino también 'uno de sus personajes más queridos '.

Te puede interesar