El presidente de EEUU celebra sus 49 años sin tarta

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, celebró ayer su 49 cumpleaños sin familia ni tarta, pero en su 'casa' de Chicago y con amigos, ya que su esposa, Michelle, y Sasha, su hija menor, están en España y su otra hija, Malia, en un campamento de verano. El presidente, según su portavoz, Robert Gibbs, tenía pensado cenar con unos amigos en la ciudad desde la que se lanzó al estrellato político y luego dormir en su casa, en el barrio de Hyde Park, en Chicago. Hasta entonces, el de su cumpleaños había sido un día de trabajo 'normal'.
Por la mañana, pronunció un discurso optimista sobre el curso de la economía estadounidense ante la mayor federación sindical, la AFL-CIO, y luego entregó las medallas 'Ciudadanos 2010' con las que premió a 13 personas que se han destacado por su trabajo comunitario. Al final del acto, cuando ya abandonaba el salón, los congregados le cantaron el 'cumpleaños feliz'. Pero eso fue todo. No hubo tarta.

Recibió cientos de felicitaciones y, según ha reconocido él mismo con humor, ya dedica algunos ratos a pensar por qué su pelo está cada día más blanco y por qué su metabolismo es cada vez más lento.

Hoy, jueves, a primera hora, tiene previsto visitar en Chicago una planta de Ford y asistir a varios actos de recaudación de fondos porque, no en vano, noviembre y las elecciones en las que se renovará el total de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado están ya a la vuelta de la esquina.

Y no se presentan fáciles para los demócratas ya que, en las elecciones de medio tiempo, tradicionalmente el partido en el Gobierno sufre un retroceso electoral. Este año no parece que las cosas vayan a ser diferentes.

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