Tanto el número como el porcentaje de billetes de euro falsos es muy bajo, y cada año más, pero, aún así, a pesar de que las probabilidades de coger un billete y que sea falso son de apenas el 0,0013%, nunca está de más ser precavido.
Ante todo, cabe precisar que no resulta sencillo falsificar un billete: cuentan con elementos de seguridad que dificultan su copia. En cualquier caso, los de 10, 20 y 50 euros son los más fáciles de falsificar.
Entre los elementos que ayudan a diferenciarlos, como pueden explicar los técnicos del Banco de España, están su tacto (debe ser firme, y cuenta con diversos relieves), la forma de pasar la luz a través de él, los relieves o su microtexto. La manera más sencilla de salir de dudas es comparar varios billetes.
En cualquier caso, si uno se pone en el caso de que aparece un billete, es falso y se consigue detectar que es fraudulento, no está de más conocer qué se debe hacer a continuación. Lo primero que se recomienda es avisar a la Policía, así como dar parte del hecho en el lugar donde nos han dado el billete, para intentar que no se sigan difundiendo y mezclando los billetes falsos con los corrientes.
Lo correcto sería interponer una denuncia en Comisaría, y entregar el billete. En ese momento, las autoridades deberán informar a los expertos en falsificación de moneda, que tomarán las medidas oportunas.
Hay que tener en cuenta que el empleo de un billete falso o varios supone un delito si el valor total excede de los 400 euros. En caso de no alcanzar esa cifra, se estará hablando de solo una falta penal. En todo caso, el dinero está perdido: los billetes falsos no se cambian por uno "bueno", simplemente se entregan y se pierde el importe.
