PAPELES DEL ROCK

¿Quién dijo rutina en Nochevieja?

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photo_camera Actuación de los Ramones en el Rainbow Theater de Londres en 1977.

El 31 de diciembre es una fecha en la que el rock ha vivido algunos acontecimientos realmente memorables, la mayoría en forma de conciertos

Complejo día el 31 de diciembre ¿verdad? La cena de fin de año, las uvas, las campanadas... un ritual que se lleva repitiendo desde tiempo inmemorial y que de manera muy similar al de la nochebuena, suele reunir a las familias alrededor del cava, alguna prenda roja para entrar con buen pie en el año nuevo y las eternas equivocaciones de los cuartos y las campanadas con la transmisión de TVE desde la Puerta del Sol. 

Se diría que un día como este apenas tendría algo más que alguna historia meramente anecdótica en el mundo del rock ¿no? Pues se equivocan, señoras y señores. El 31 de diciembre es una fecha en la que el rock ha vivido algunos acontecimientos realmente memorables que me dispongo a comentar a continuación. Muchos de ellos, quizá la mayoría tienen que ver con conciertos, en muchos casos grandes conciertos en directo que quedaron plasmados en algunos discos históricos, mientras que otros, quizá menos conocidos, no dejan por ello de tener su background y su relevancia en nuestra historia. Hoy que muchos canales, en especial TVE y La 2 nos volverán a regalar horas y horas de actuaciones en playback de las Nocheviejas dirigidas y realizadas por Valerio Lazarov, ajustemos el retrovisor en otro ámbito. 

Despidiendo el año a base de borrachera de watios sobre un escenario

Con toda seguridad, los conciertos más recordados y celebrados que tuvieron lugar en una Nochevieja fueron los que en las noches del 31 de diciembre de 1969 y 1 de enero de 1970 ofreció Jimi Hendrix & The Band Of Gypsies en el mítico Fillmore East de Nueva York. Estos conciertos, tras la ruptura de la Jimi Hendrix Experience y tras la improvisada actuación con una formación de compromiso de Hendrix en el Festival de Woodstock, este nuevo proyecto con Billy Cox y Buddy Miles, mostraba a un Jimi Hendrix que sin dejar de disparar la furiosa energía de su rock incendiario, que ya estaba anunciando la explosión del Heavy Metal, sin embargo absorbió otras influencias, mostró esa permeabilidad, esa porosidad musical propia de los grandes talentos de la cultura y del arte incorporando elementos del funk y sobre todo del soul. 

Por su significación anti-belicista y por su calidad musical, un tema como “Machine Gun” dio a estos shows una dimensión épica, con independencia de que la vida musical de esta formación fuera efímera y se rompiera pocas semanas después de aquella Nochevieja de 1969. Gran parte de lo que se pudo vivir esa noche y la siguiente del 1 de enero de 1970 quedó para la historia en un álbum ya mítico, 'Band Of Gypsys', cátedra sonora absoluta de la historia del rock. 

 No existe ningún documento sonoro, pero si hay que referirnos a acontecimientos históricos que se celebraron durante una Nochevieja, ahora tenemos que dar la vuelta al globo terráqueo e irnos al 31 de diciembre de 1973 al Chequers Bar de Sydney, Australia. Allí, en una calurosa noche -en Australia en diciembre es verano como aquí en julio- de fin de año, hizo su primera actuación en directo de toda su historia una banda que llegaría a ser para muchos, la más grande de la historia del rock. ¿Lo adivinan? Claro que sí... AC/DC. 

La explosión del punk rock se había producido muchos meses antes, y de hecho muchos historiadores del rock precisamente sitúan la genésis del punk en Inglaterra en julio de 1976 con la gira de los Ramones por las Islas Británicas, asegurando que Sid Vicious se hizo punk y pensó en aprender a tocar el bajo tras ver a los Ramones en Londres aquel verano. Dos semanas antes de la separación de los Sex Pistols, los Ramones grabaron su concierto de Nochevieja de 1977 en el Rainbow Theater de Londres y poco despues lo editaban como disco en vivo, en este caso el legendario "It's Alive". 

 Esta Nochevieja es algo más reciente. 31 de diciembre de 2015, trás más de 30 años de carrera, una de las bandas más tóxicas, transgresoras, controvertidas y - ¿por qué no decirlo, a pesar de todo? - divertidas de la historia del rock desde los 80 hacia acá, se despedían para siempre, cerrando el círculo de su historia con un concierto que tuvo lugar en el Staples Center de Los Angeles en esa cálida Nochevieja californiana. ¿Su nombre? Mötley Crüe.

 No me sustraigo a la tentación de recordar un concierto, que quizá sería más un showcase que otra cosa, muy poco conocido pero que entraña un gran valor para la historia del rock. En la Nochevieja de 1961, el Bar Halfway House en Beaumont, Texas, ofrecía a todos sus clientes un show de una cantante de blues-country llamada a ser muy grande... el nombre de esa vocalista era Janis Joplin. Era la primera vez que nuestra amada diosa blanca del blues, nuestra Janis Joplin, hacía una actuación en directo. Tenía solo 19 años. 

Carreteras letales, despedidas agridulces y shows de televisión decadentes

La fecha de hoy también tiene en su debe algunos momentos realmente dramáticos. El que tuvo más trascendencia mediática en su momento por las trágicas consecuencias que arrastró, el aparatoso accidente de automóvil en el que el batería de Def Leppard, Rick Allen, salió con vida, pero perdió su brazo izquierdo. Contrariamente a las primeras versiones que se difundieron de la noticia del accidente, este no se produjo a altas horas de la madrugada en una borrachera, se produjo alrededor de las 19.00 de la tarde, cuando el músico, totalmente sobrio, se dirigía a la casa de su familia para cenar con sus padres y demás familiares.

 Como antes decíamos, la Nochevieja siempre es pródiga en shows de televisión que en ocasiones no acaban resultando precisamente alegres. El 31 de diciembre de 1968 se emitió a través de la NBC Television un show especial acerca del regreso de Elvis Presley a la música tras varios años apartado de la actividad en el rock business y centrado en aquel momento en el mundo del cine. No fueron pocos los fans que en ese momento encontraron ante las cámaras de la televisión americana a un Elvis Presley que había perdido el tren de la historia del rock. Un Elvis que en ese año, 1968, en el que los Beatles habían editado el rupturista "White Album", unos Stones que sacudían la escena con su "Beggars Banquet", y nombres como los de Pink Floyd, Cream, The Doors o The Jeff Beck Group rompían con todo, la trasnochada figura de aquel Elvis desenganchado y alejado de aquel movimiento que en cierta manera creó, dejó una memoria entre amarga y band-of-gypsys-3-1-_resultdesesperanzada de aquella víspera de 1969.

Despedida de año... y de toda una época. El 31 de diciembre de 1982, uno de los locales más íntimamente anexionados a la historia del rock en los USA, el Max’s Kansas City en Nueva York abrió sus puertas para una gran fiesta de fin de año, y cuando a la mañana siguiente, 1 de enero de 1983, en medio del helador frio y las neblinas típicas de Nueva York al amanecer las cerró, las cerró para no volver a abrirlas nunca más. David Bowie, Malcolm McLaren, Patti Smith y Andy Warhol entre otros muchos, dijeron en esa época que la historia del rock nunca habría sido como fue, sobre todo en los años 70, sin el inolvidable Max's Kansas City. 

Besos, vasos y abrazos

En fin, señoras y señores... quien suscribe estas líneas, que por supuesto se dispone a celebrar esta Nochevieja de forma muy tradicional, es decir, con el viejo anillo de oro -se supone- de algún antepasado en la copa de cava, con calcetines rojos, contando las doce uvas, etcétera, etcétera, etcétera... se atreve a intuir que en 2018 habrá muchos motivos para seguir llenando estas páginas con recuerdos, anécdotas, crónicas, y toda clase de argumentos que alimenten estos papeles del rock. Y ojalá que todos ustedes los lean, los vean y los disfruten. 

¡Feliz 2018!

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