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Castro de Trelle - Helipuerto: recorrido entre más pinos que robles y alcornoques

Ruta de CASTRO DE TRELLE - HELIPUERTO
photo_camera Ruta de CASTRO DE TRELLE - HELIPUERTO
Parten en todas direcciones regatos por decenas del cónico y aún por excavar Castro de Trelle, ese parque natural todavía no declarado como tal, el más montaraz próximo a la ciudad, catapultado más por pisadores a dos ruedas que por la suela del bípedo; de aquí que aun no suficientemente conocido por los urbanitas, y de ahí su relativo aislamiento

En las faldas que a Toén caen, que se reparten cuatro municipios con Cartelle, Merca, Barbadás, un campo de tiro a donde venían los soldaditos de mono o buzo y alparagata, algunos con botas, de los años 40 a los 60, desde el campamento de o Cumial y el cuartel de San Francisco, a ejercitarse en puntería y lanzamiento de granadas de mortero y a mano. Hoy apenas huellas de eso y sí muchas de ciclistas. De su fauna, además de la alada, impera el corzo, el jabalí por sus hozadas, y el lobo por sus deyecciones, el cual podría tener aquí su templo, pero sabida su capacidad de desplazarse, seguro que mora por acá solo un tanto accidentalmente, aunque en pedaladas y pateos no lo haya avistado.

Para acceder a este paraíso forestal debemos, desde la ciudad, tomar por a Valenzá, Moreiras, y antes de llegar a Trelle, una asfaltada nos deja allá donde ésta deja de serlo, en la misma base contraincendios con heliopuerto. Desde aquí partiremos hacia la cima del Castro de Trelle, en dirección noroeste ascendiendo por forestal pista donde instalada la torre metálica de vigilancia de incendios, bien mantenida aunque en desuso; allí posiblemente ubicado un castro sin excavar; bajaremos por estrecho sendero en dirección este hasta ligar por forestal pista en llano al principio y luego en suave descenso por donde las recientes talas de pinares han dejado que la vista se expanda. Caminados casi 2 kilómetros, antes de conectar por la asfaltada Trelle-Teixugueiras, otra térrea a izquierda y ween suave descenso nos hará penetrar entre alcornoques dispersos, los pinos que vamos dejando y los carballos en las vaguadas donde discurren regatos por doquiera cuando las invernías acuosas.

Camino forestal en medio de la densidad de pinares, que en varias revirivueltas nos hacen penetrar en el de frondosas, de alcornoques, carballo, pinos, abedules en la umbría de los regatos. Una amenidad solamente, rotos sus silencios por algún espantadizo arrendajo, el gaio de nuestros montes. Caminados esos placidos 4 kilómetros, atacaremos siguiendo la línea de alta tensión, las llevaderas rampas entre el bajo tojal hasta conectar con el que fue camino, ahora devenido en forestal pista Sabucedo-Toén. Virando a izquierda caminaremos por pista hasta que en el primer cruce a derecha tomaremos la revirada pista entre la amenidad de la floresta, muy curvosa, que cuando enlaza a los 2 km. con el camino Pereira-Toén por forestales pistas, muchas de ellas alisadas por las motoniveladoras, pero que de las que algunas se estragan por tanta pluviosidad, debemos tomar dirección norte entre pinos, retales de eucaliptos, hasta hallarnos en la misma base contraincendios de Toén reforzada hasta con dos aeronaves cuando la estación cálida.

NOTA.- En el mapa, el señalado camino de Pereira de Montes a Toén, de la izquierda, debe leerse como Sabucedo de Montes-Toén.

La torreta del Castro de Trelle para vigilancia de incendios fue escenario de alguna travesura de adolescencia cuando hacíamos del Castro un lugar mítico.
La torreta del Castro de Trelle para vigilancia de incendios fue escenario de alguna travesura de adolescencia cuando hacíamos del Castro un lugar mítico.

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