El monarca recibió ayer la visita del presidente del Gobierno, y de Cristina, la menor de sus hijas

El rey camina con ayuda y se descarta el riesgo de infección

La reina y su hija, la infanta Cristina, a su entrada al hospital. (Foto: FERNANDO ALVARADO)
El proceso de recuperación del rey tras su última operación de cadera avanza conforme a lo previsto, ya ha dado algunos pasos por su habitación ayudado por apoyos, no tiene infección y ayer recibió las visitas del jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, y de la infanta Cristina.
Procedente de Camboya, donde completo un viaje de trabajo, la hija menor de don Juan Carlos acudió por la mañana al Hospital Universitario Quirón acompañada de su madre, la reina. Era la única integrante de la Familia Real que faltaba por visitar al rey, que el jueves fue intervenido para colocarle una prótesis permanente en su cadera izquierda. Tanto doña Sofía como el presidente, que conversó durante una media hora con el jefe del Estado, constataron el buen ánimo con el que afronta esta nueva convalecencia.

Rajoy apostilló a los periodistas que hacen guardia a las puertas del hospital que don Juan Carlos tiene muchas ganas de abordar ya la rehabilitación y volver a '24 horas constantes de trabajo'.

A mediodía, la directora gerente del hospital, Lucía Alonso, leyó el segundo parte médico, donde se explica que ayer, el rey 'el viernes ya se levantó y dio unos pasos por la habitación con apoyos', esto es, utilizando andador o muletas, un ejercicio que también repitió ayer .

El mismo parte confirmaba que la infección que le había provocado la anterior prótesis retirada el pasado 24 de septiembre para colocarle un implante provisional -ahora reemplazado por uno definitivo- está desapareciendo, tal y como anunció hace tres días el cirujano que le operó, el gallego Miguel Cabanela. 'Los resultados provisionales de la biopsia y cultivos van confirmando la desaparición del proceso infeccioso', aclara el informe respecto a los análisis de las muestras de tejidos.

Otro dato aportado por los médicos es que don Juan Carlos 'inició su dieta habitual con apetito y una buena tolerancia a los alimentos' y que pasó una buena noche, con las constantes vitales 'completamente estables'.

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