Toca armarse de paciencia y buscar alternativas para que los niños no se aburran estos días encerrados en casa. Una buena fórmula para que pasen el tiempo es jugando con ellos. Y no es un mal momento para tirar de los juegos clásicos con los que hemos crecido todos. El escondite, aunque el espacio es reducido, siempre es una buena opción para pasar un agradable rato y echar unas pequeñas risas.
Aunque sean pocos miembros en casa, se puede ver quién es más rápido en el "juego de la silla". ¿Quién no se logrará sentar?.
Seguro que vuestros hijos saben más de un juego de palmas, puedes preguntarles cuáles son y pasar un buen rato aprendiéndolos junto a ellos.
Una alternativa sencilla es el tres en raya. Aunque no tengas las fichas, seguro que acabáis encontrando diferentes elementos para poder echar unas rápidas partidas y ver quién es el mejor.
Otras buenas alternativas son echar mano del escondite inglés, en el que además de pasar un agradable rato familiar, se hace un poco de ejercicio.
El parchís, las cartas o el salto a la comba también podrían ser buenas opciones para amenizar estos días metidos en casa.