Vargas Llosa e Isabel Preysler ponen fin a su relación: "No hubo una tercera persona"

Preysler y Vargas Llosa.
photo_camera Preysler y Vargas Llosa.
Isabel Preysler reconoció que la pareja perdió "la ilusión del principio", por lo que no seguirá con Vargas Llosa

Tras ocho años de relación, el premio Nobel peruano Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler han puesto fin a su relación "definitivamente".

Según ha informado este miércoles la revista Hola, cabecera también en la que 2015 Preysler (Manila, Filipinas, 1951 ) y Vargas Llosa (Arequipa, Perú, 1936) confirmaron su relación sentimental, ambos han puesto fin a ocho años en los que han acaparado las portadas de las revistas del corazón.

Lo ha hecho la propia Preysler en unas escuetas declaraciones: "Mario y yo hemos decidido poner fin a nuestra relación definitivamente (...) “No quiero dar ninguna declaración más y agradezco a los amigos y medios de comunicación que nos ayuden en esta decisión".

A lo largo de estos años ambos han protagonizado muchos momentos tanto en actos sociales como relacionados con la actividad del escritor, quien en 2020, durante la celebración del décimo aniversario de su Nobel, contó que su nueva pareja había renovado en él su vocación de escritor, la mejor cosa que, dijo, le ha pasado en su vida.

Según ha aclarado también Preysler en la revista Hola el motivo de esta separación no han sido terceras personas, sino que ambos han perdido "poco a poco, la ilusión del principio". 

Una crisis sentimental de la que ya se habló hace unos meses, pero de la que guardaron silencio. Puede que desde entonces lleven arrastrando una situación complicada entre ambos y tras intentar, de todas las maneras, salvar este amor, han decidido romper para siempre. Mario e Isabel formaban una de las parejas más demandadas en el papel couché, un tándem perfecto que se ha ido desvaneciendo en los últimos meses.

Sin duda, lo que más ha llamado la atención de esta noticia son los motivos que los han llevado a separarse para siempre. Y es que al parecer las discusiones en los últimos tiempos han sido muy notables y esto ha llevado a un desgaste sentimental que ha provocado que el premio Nóbel de literatura se fuera a vivir a un piso y dejara la vivienda de la Preysler.

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