Miles de personas se congregaron un año más para presenciar el desembarco en la ría de Arousa de los fieros guerreros

Los vikingos asaltan la costa gallega en su tradicional llegada a Catoira

Miles de personas acudieron ayer a Catoira para disfrutar de una nueva edición de la Romería Vikinga, declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional en el año 2002, que rememora el desembarco de los piratas nórdicos en las costas gallegas hace ya más de un milenio en la ría de Arousa.
Cientos de vecinos de la localidad, ataviados con harapientos trajes de época, cuernos, escudos, cascos y espadas falsas, ejercieron de actores un año más, a bordo de tres embarcaciones vikingas que desembarcaron con ayuda de lanchas y motores debido al viento y a la corriente, mientras los visitantes esperaban al pie de la ría. Muchos de los vikingos se zambulleron en el mar mientras que otros saltaron desde las embarcaciones de madera. Una vez en tierra, el desembarco se convirtió en una fiesta llena de vino y lodo, dónde los vikingos se revolcaron en el barro de los terrenos, enfrentándose a los 'locales' provocando carcajadas entre el público y sin más incidentes que algún que otro resbalón.

Concluida la dramatización, tuvo lugar un almuerzo campestre acompañado de gaitas, donde era posible encontrar a gente de diferentes países de Europa llegados expresamente para formar parte de una fiesta donde el vino, el barro y las risas son los protagonistas.

Te puede interesar