Cuatrocientas personas murieron en 2014 en las carreteras españolas tras haber tomado alcohol o drogas.
"Voy perfectamente", "si han sido solo dos copas" o "yo controlo", probablemente sean algunas de las últimas frases que pronunciaron las más de 400 personas que solo en 2014 murieron en las carreteras españolas después de haber consumido alcohol o drogas.
Para evitar que una sola vida más se vea truncada por esta causa, la campaña 'Estas Navidades, ni una gota de alcohol al volante', promovida por la Fundación Línea Directa, Cepsa y la Asociación para el estudio de la Lesión Medular Espinal (AESLEME), busca concienciar a los conductores de que "la mejor tasa de alcohol al volante es cero", como ha afirmado el director general de la fundación, Francisco Valencia.
Pese a la constante insistencia a la que se somete a los conductores con la incompatibilidad de beber y conducir, parece que el mensaje no termina de calar y las estadísticas continúan siendo alarmantes, con el alcohol presente en entre un 30 y un 50 por ciento de los accidentes con víctimas mortales.
Además, solo el pasado año se incrementaron en un 9 % los delitos contra la seguridad vial por conducir bajo los efectos del alcohol, lo que se tradujo en 5.000 condenas más respecto a 2013.
Rosario González sabe bien las consecuencias que puede tener un accidente de tráfico, lleva años en silla de ruedas por culpa de uno, y por eso es una de las voluntarias con lesiones medulares de AESLEME que durante esta campaña van repartir 5.000 alcoholímetros en las estaciones de servicio Cepsa de Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla.
"Tu vida vale mucho más de lo que te cuesta un taxi", asevera González, quien recuerda a los conductores las dramáticas e irreversibles consecuencias que puede tener un accidente de tráfico y lo poco que cuesta utilizar el transporte público o un taxi en comparación con ellas.
"Mil personas al año se quedan en silla de ruedas por culpa de accidentes al volante", afirma Rosario. Y Mar Cogollos, también lesionada medular y directora de AESLEME, añade: "Detrás de cada persona que sufre un accidente hay una familia y mucho, mucho sufrimiento".
A Mar un accidente de tráfico a los 25 años la postró en una silla de ruedas de por vida y desde entonces dedica todos sus esfuerzos en que nadie tenga que volver a pasar por su experiencia.
"La Navidad es tiempo de compartir con nuestros seres queridos y nunca debemos poner nuestra vida en riesgo por una copa de más".
Se ha sumado a la campaña Cepsa, cuyo director de Estaciones de Servicio, Santiago Ruiz, resalta: "Lo más importante en la conducción es la prevención, después es muy difícil hacer algo porque el daño ya está causado".
Los conductores han respondido muy bien a la campaña y han escuchado atentos, después de recibir el alcoholímetro con sus correspondientes instrucciones, las recomendaciones para una conducción segura.
Jorge, otro de los voluntarios, ha añadido que pese a la buena acogida de la iniciativa: "los conductores en general, aunque salgan noticias de accidentes en la televisión, no son realmente conscientes de lo que suponen hasta que les ocurre a ellos o alguien cercano".
