Por un precio entre 670 y 1.670 euros se puede saber si uno es propenso a ser obeso o alérgico

Webs especializadas ofrecen a los usuarios la opción de conocer su ADN e historial genético

 Página web de deCode Genetics.
Con tan sólo conectarse a internet y pagar entre 670 y 1.670 euros uno ya puede conocer su historial genético y, por lo tanto, si es propenso a sufrir cáncer, esclororis múltiple o alergias. Empresas como Navigenis o 23andMe ofrecen a través de sus páginas webs rastrear los antepasados maternos y paternos e identificar de donde provienen nuestros parientes. Sin embargo, los expertos advierten de que se trata de una tecnología aún muy poco desarrollada, donde abunda la confusión y falta regulación.
Conocer el riesgo de sufrir cáncer o el origen de nuestros antepasados ya está al alcance de cualquiera con conexión a internet y unos 1.000 dólares (675 euros) en la cartera: varias firmas en Europa y EE.UU. ofrecen análisis genéticos ‘on line’ un servicio cada vez más popular. Las californianas Navigenics y 23andMe o la islandesa deCode Genetics son algunas de las empresas que han comenzado a funcionar en los últimos meses ofreciendo a sus usuarios análisis de ciertas partes de su ADN llamadas marcadores genéticos que se asocian con determinadas enfermedades.

Por un precio de entre 670 y 1.670 euros, el cliente puede conocer su propensión a padecer ciertos problemas de salud, como el cáncer de mama o próstata, la obesidad, la esclerosis múltiple o la intolerancia láctea.

Contratar un estudio es sencillo y se realiza ‘on line’. Tras firmar el contrato, el usuario recibe por correo un equipo para recoger una muestra de su saliva, lo envía de vuelta a la empresa y pocos días después recibe los resultados en un email protegido por contraseña. El estudio puede indicar, por ejemplo, que nuestro riesgo de sufrir un ataque cardiaco es del 32,2 por ciento, lo que es una buena noticia porque está 22 puntos por debajo de la media de los hombres de origen europeo.

Linda Avey, cofundadora de 23andMe, explicó que ‘la demanda de estos servicios está aumentando porque, a medida que se realizan más descubrimientos genéticos, la gente está más interesada en saber lo que pueden significar para ellos’. Muchos clientes de 23andMe, que empezó a funcionar el pasado noviembre con apoyo financiero de Google, son ‘gente familiarizada con las últimas tendencias tecnológicas’ o ‘miembros de la generación del baby-boom que quieren conocer su genotipo familiar’, dijo.

Personas adoptadas

Otros son ‘personas adoptadas que saben muy poco de sus orígenes y quieren tener información sobre riesgos de salud en su historia familiar’. La búsqueda del origen genético es el otro pilar de los servicios de estas empresas y algunas están especializadas en este tipo de test.

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