EPIDEMIA

El Zmapp, rayo de esperanza demasiado débil ante el ébola

photo_camera Kent Brantrly, con su mujer, durante la rueda de prensa que ofreció el pasado jueves en Atlanta (ERIK S. LESSER)

El fármaco experimental que curó a dos estadounidenses está todavía lejos de hacerse realidad

Las expectativas despertadas por el Zmapp, el fármaco experimental que ha permitido la curación de los norteamericanos Kent Brantly y Nancy Writebol, están aún lejos de hacerse realidad: el suero requiere numerosas pruebas complementarias y las dosis elaboradas están ya agotadas. Las investigaciones en curso deben demostrar, entre otras cosas, hasta qué punto ha sido decisiva la aplicación del suero para salvar la vida de estos dos pacientes, ya que el español Miguel Pajares falleció a pesar de que también lo había recibido.

José Ramón Arribas, jefe de la unidad de infecciosos del servicio de Medicina Interna del Hospital La Paz en Madrid y responsable del equipo que atendió en el Hospital Carlos III a Pajares, no ha revelado, por expreso deseo de su paciente, si el Zmapp logró algún resultado con él. No obstante, y tras insistir en que "queda mucho tiempo" para conocer si el suero experimental servirá de manera eficaz en la lucha con la enfermedad, recordó que a pesar de su elevado nivel de mortandad "las personas pueden curarse definitivamente de ébola" y que los supervivientes ayudarán desde el punto de vista científico a descubrir cómo derrotarlo.

En la actualidad, el Zmapp está siendo administrado a tres médicos liberianos infectados que, según aseguraron las autoridades del país africano, han mostrado "signos de mejoría" pero la compañía estadounidense Mapp Pharmaceuticals ha advertido esta semana de que las dosis elaboradas "ya están agotadas".



Al menos 1.350 muertos

El actual brote de ébola es el más grave conocido hasta el momento, con al menos 1.350 muertos según cifras facilitadas esta semana por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El virus no tiene tratamiento específico ni mucho menos vacuna y, hasta hace poco, no despertaba demasiado interés en la comunidad farmacéutica: aunque fue identificado en 1976, el hecho de que sólo afectara a nativos del África Occidental sin grandes recursos desmotivaba la investigación en un sector que da prioridad a los fármacos que puede vender a buen precio en el mundo desarrollado.

La situación ha cambiado a raíz del último brote que surgió hace unos meses en Guinea-Conakry, se expandió a Sierra Leona, Liberia y Nigeria, y terminó "saltando" al mundo desarrollado con los casos de Brantly, Writebol y Pajares. La OMS ha convocado para la primera semana de septiembre en Ginebra una reunión extraordinaria de expertos a fin de debatir sobre la aplicación de terapias experimentales, previa autorización de un grupo de expertos en ética. El uso de estos tratamientos en seres humanos es un tabú médico internacional desde finales de la Segunda Guerra Mundial, cuando se conocieron públicamente los ensayos médicos con prisioneros en algunos campos de concentración que motivó la publicación del Código de Ética de Nuremberg en 1947.

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